Aunque reconocieron que hay golpeteo político contra Alejandro Moreno, exdirigentes nacionales del PRI no hicieron un cierre de filas con su líder, sino con el partido y la necesidad de fortalecerlo.
Tras reunirse durante cinco horas con Dulce María Sauri, Roberto Madrazo, Beatriz Paredes, Pedro Joaquín Coldwell, César Camacho y Claudia Ruiz Massieu, entre otros, Alito descartó dejar la dirigencia antes de agosto de 2023, cuando termina su cargo.
En conferencia, y arropado por los liderazgos estatales del PRI, Moreno admitió que sí le pidieron su salida, aunque dejó en claro que no se va. Prometió cambios en el Consejo Ejecutivo Nacional y el Consejo Político Nacional, pero no habló de fechas.
Por separado, Sauri aclaró que la petición de renuncia no fue unánime entre los expresidentes nacionales, pero “fue un planteamiento que se hizo pensando, sobre todo, que es lo mejor para el partido, porque al final de cuentas es lo que nos importa”.
Al preguntarle si cerraron filas con Moreno, dijo que “el PRI cierra filas con el diálogo, con la inclusión, con la unidad, con la necesidad de construir una gran narrativa que le dé a México perspectivas de futuro”.
Expresidentes del partido exigieron la salida del dirigente nacional; arropado por directivos estatales, él respondió que se irá hasta que concluya su periodo.
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Los expresidentes nacionales del PRI pidieron a Alejandro Moreno Cárdenas que renuncie a la dirigencia del partido, pero él respondió que no se irá, porque a él no lo eligió ningún presidente de la República, sino los militantes, aunque les prometió que habrá una renovación del Consejo Ejecutivo Nacional (CEN) y del Consejo Político Nacional (CPN), sin fijar tiempos para hacerlo.
“Se planteó la pertinencia de la conclusión o no de la actual dirigencia, y el presidente del Comité Nacional y la secretaria general dejaron claramente establecido que ellos concluirán su mandato establecido en el periodo que les corresponde, que concluye el 19 de agosto del año próximo”, explicó Dulce María Sauri Riancho.
“Se ponderó la pertinencia de un relevo anticipado o de mantener la dirigencia hasta terminar el periodo estatutario. Se discutió, pero la dirigencia nacional tiene una posición clara, firme, y desde la perspectiva de la dirigencia, así va a hacer. Ellos tienen las facultades legales plenas para tomar esa determinación”, precisó.
Aclaró que no se trató de una petición unánime de los expresidentes nacionales, pero “fue un planteamiento que se hizo pensando, sobre todo, qué es lo mejor para el partido, porque al final de cuentas es lo que nos importa”.
Minutos después, arropado por los dirigentes estatales del PRI, Alejandro Moreno admitió que sí le pidieron su salida, pero él dejó en claro que no se va.
“Lo que se hizo en los planteamientos es la reflexión de ir o no continuar en la dirigencia nacional del partido. El señalamiento que se hacía, puntual, no sólo por el contexto de los resultados electorales, es un planteamiento que se escucha; aquí a todos los militantes se les escucha, y lo que dijimos, de manera oportuna y de manera clara, es que nosotros fuimos electos para un periodo de cuatro años. A mí no me puso ningún Presidente de la República. A mí me puso la militancia”, expresó y de inmediato le aplaudieron los suyos.
Agencias