Tal parece que el gobierno de Estados Unidos no quiere darle la importancia debida a la explosión de materia químico en el estado de Ohio, y prefiere emitir comunicados respecto a un supuesto espionaje de China con objetos voladores no identificados.
La realidad es que desde el pasado 4 de febrero se supo de un incidente en un tren que transportaba el material, que podría afectar la salud de la población local, la fauna y la flora por muchos años.
El accidente de un tren que transportaba material químico de alta toxicidad en Ohio ha sido denunciado como un hecho que podría afectar la salud de la población local. Sin embargo, en las últimas horas, el Gobierno de Estados Unidos ha emitido más información sobre los avistamientos de objetos aéreos que sobre ese acontecimiento.
El descarrilamiento ocurrió durante la noche del 3 de febrero en la zona de East Palestine, Ohio, al noreste del país norteamericano, muy cerca de la frontera con el estado de Pensilvania. Según las últimas versiones de las autoridades, entre 5 y 10 de los cerca de 50 vagones del tren contenían cloruro de vinilo, un químico peligroso y hasta letal para los seres humanos debido a su alto grado de toxicidad.
Pese a este desastre, la mayor parte de la prensa estadounidense —e incluso la misma Casa Blanca— emitió mayor información sobre los objetos aéreos que aparecieron en diferentes puntos de Estados Unidos y Canadá.
A la par, teorías conspirativas circularon en redes sociales sobre supuestos ovnis o vida extraterrestre siendo utilizados como cortinas de humo para tapar mediáticamente el derramamiento y la quema de químicos tóxicos en Ohio.