Las autoridades italianas recuperaron 60 cadáveres y rescataron a 80 personas después de que naufragara la embarcación en la que más de 200 personas llevaban cuatro días viajando desde Turquía.
De acuerdo a la información de los rescatistas de la provincia de Crotone, 12 de las víctimas eran niños, entre ellos un recién nacido, y 33 mujeres. Los cuerpos se hallaron a lo largo de varios kilómetros en la costa de la región de Calabria, a la mediación de la playa de Steccato.
No se descarta que el número de muertos llegue al centenar, ya que en la barca viajaban entre 200 y 250 migrantes, de acuerdo con los primeros testimonios de los supervivientes.
Los equipos de salvamento marítimo indicaron que la embarcación chocó contra unas rocas a algunos metros de la costa. Por otro lado, algunos de los supervivientes aseguraron a las autoridades que el motor que la empujaba estalló en mitad de la noche, causando decenas de heridos y, finalmente, dejando el bote en pedazos.
Los supervivientes llegaron a la costa por sus propios medios, donde fueron atendidos por la Guardia Costera y la Cruz Roja. Una decena ya han sido trasladados al hospital de Crotone y el resto permanece en un albergue.
En su mayoría, menores de 30 años, son provenientes de Irán, Paquistán, Siria y Afganistán, y partieron hacia Italia desde el puerto de Esmirna, en el extremo occidental de Turquía.
“Es criminal embarcar una nave de apenas 20 metros de longitud con hasta 200 personas a bordo y con previsión de mal tiempo”, comunicó la primera ministra, Giorgia Meloni, líder del partido Hermanos de Italia.