Durante su mensaje navideño, el Papa Francisco pidió a políticos del continente americano que resuelvan el problema de la migración.

El Pontífice argentino, de 87 años, manifestó su esperanza para que sus palabras de paz inspiren a funcionarios de América y atiendan conflictos sociales y políticos, combatan formas de pobreza que ofenden la dignidad de las personas y reduzcan la desigualdad.

“Que el Hijo de Dios, que se hizo un Niño humilde, inspire a las autoridades políticas y a todas las personas de buena voluntad del Continente americano, para hallar soluciones idóneas que lleven a superar las disensiones sociales y políticas, a luchar contra las formas de pobreza que ofenden la dignidad de las personas, a resolver las desigualdades y a afrontar el doloroso fenómeno de las migraciones”, pidió el Papa en su discurso de bendición a Roma y todo el mundo (“Urbi et Orbi”).

Dijo que era responsabilidad de los cristianos ser la voz de los sin voz, incluyendo aquellos “que arriesgan sus vidas en jornadas agotadoras y son presa de traficantes sin escrúpulos”.

La preparación para el Año Santo en 2025, agregó, es “una oportunidad para la conversión de corazones, para el rechazo de la guerra y la adopción de la paz”.