#Yucatán Una épica batalla entre dioses ha comenzado en el tranquilo puerto de Progreso, Yucatán, y los protagonistas no son otros que un grupo local, conocidos como los “Caballeros del Mayab”.
Estos ciudadanos han tomado las redes sociales para organizar un evento en Facebook con una misión clara: destruir la estatua de Poseidón.
Según los lugareños, la llegada de la estatua del dios griego del mar ha desatado la ira de Chaac, el venerado dios maya de la lluvia y el agua. “Todo comenzó con la colocación de esa estatua,” dice Don Chucho, vecino de Progreso. “Desde que llegó Poseidón, Chaac está que no lo aguanta ni su sombra. ¡Por eso las lluvias y el huracán que se avecina!”
El evento en Facebook, titulado con gran creatividad “Ir a destruir la estatua de Poseidón de Progreso”, ha reunido hasta el momento a casi 5,000 asistentes confirmados y alrededor de 24,000 interesados en participar.
La convocatoria está programada para el próximo lunes 15 de julio a las 11:00 de la mañana. “Queremos dejar claro que no tenemos nada contra los griegos,” aclara Lupita, organizadora del evento. “Pero preferimos lidiar con nuestras lluvias habituales que con la ira de un dios ofendido.”
Los Caballeros del Mayab están listos para demostrar que, cuando se trata de proteger su tierra y apaciguar a sus dioses, no hay nada que no puedan lograr, incluso si eso significa enfrentarse a un coloso de mármol.
No obstante, la mañana de este miércoles 3 de julio en la red social X -antes Twitter-, se compartió una imagen donde se observa la estatua partida a la mitad e incluso, el torno del dios griego aparece sobre la arena, lo que dio pie a asegurar que ciudadanos de Progreso ya la habían quitado especialmente ante la proximidad del huracán Beryl.
La realidad es que la estatua sigue en pie y las imágenes viralizadas corresponden al momento en el que fue colocada, por lo que, debido a sus dimensiones, tuvo que ser por partes para evitar afectaciones. Las autoridades de Progreso al momento, no se han manifestado por la posibilidad de reforzar la seguridad en las costas para evitar la destrucción de la deidad.