Los mexicanos son los únicos migrantes que ahora llegan a la frontera estadunidense con intención de rendirse ante oficiales de migración y, al entregarse, iniciar proceso de asilo, pero son detenidos y regresados a México, en cifras cada vez más bajas.
El director del albergue Juventud 2000 en Tijuana, José María Chema García Lara, dijo que desde junio pasado cuando el presidente Joe Biden ordenó un “cierre” de la frontera —cierre exclusivamente al proceso de asilo— los solicitantes mexicanos de asilo son los únicos que aún llegan con la esperanza de rendirse a agentes fronterizos para pedir refugio.
Más de 85% de las familias migrantes que llegan al albergue son mexicanas; el otro 15% son extranjeros que consiguieron desde Chiapas cita para presentarse en la frontera de Estados Unidos para exponer sus pruebas por las que solicitan asilo, y un número muy pequeño, digamos el 1%, son extranjeros que llegan con visa humanitaria”, dijo García Lara.
A la mayoría de los mexicanos es a los únicos a quienes las autoridades niegan ahora asilo, porque actualmente son quienes carecen de cita, que se consigue mediante la aplicación para móviles CBP One.
A los extranjeros que, hasta hace unas semanas, obtenían citas desde Chiapas, el propio Instituto Mexicano de Migración (INM) los transportaba a la frontera.
Las únicas excepciones al cierre de la frontera al asilo son por emergencias médicas urgentes, tanto de mexicanos como de extranjeros que llegan con visa humanitaria para explicar a agentes federales estadunidenses sus condiciones.
García Lara dijo que algunas familias se desesperan e intentan cruzar la frontera, escalar y bajar el muro, para entregarse a agentes fronterizos, pero son detenidos y regresados a México, y en condiciones de cierre de la frontera al asilo, cuando los regresan pierden la oportunidad de volver a solicitar asilo, a veces por años.
Lo que hacen entonces es regresar, no precisamente a los lugares de los que huyeron por el crimen organizado, pero en su mayoría sí a sus estados, porque es donde tienen familiares y conocidos”, explicó el director del albergue.
Esos mexicanos, a quienes las autoridades estadunidenses rechazan al entregarse, son los que en cifras oficiales aparecen como detenciones de migrantes ilegales o no autorizados, aunque legalmente debería considerárseles solicitantes de asilo.
La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) informa que desde el 5 de junio en que se cerró la frontera al proceso de asilo, las detenciones —de quienes se entregan— disminuyeron en 60 por ciento.
Aunque CBP no lo menciona, la reducción no es exclusivamente por el cierre al proceso de asilo, sino también porque el gobierno de México aletarga caravanas y ofrece algunos trabajos y facilidades a los migrantes que desistan de continuar hacia la frontera estadunidense.