El ejercito ruso avanzó significativa en la región Kursk este lunes, logrando cercar a miles de soldados ucranianos en una operación estratégica que buscan forzar su retirada forzada. La ofensiva se da en un momento clave, justo cuando Ucrania se prepara para conversaciones con altos diplomáticos de Estados Unidos en Arabia Saudí el martes. En paralelo, el presidente Donald Trump ha estado presionado por un fin rápido de la guerra.

En agosto, las tropas ucranianas habían tomado aproximadamente 1,300 kilómetros cuadrados de Kursk en un intento de ganar ventajas en futuras negociaciones y forzar las fuerzas rusas del este de Ucrania. Sin embargo, a mediados de febrero, Rusia había recuperado al menos 800km² de este territorio y, en los últimos días, lanzó una ofensiva de paracaidistas desde múltiples direcciones, amenazando con cortar las líneas de suministro y rutas de escape ucranianas.

El bloguero ruso conocido como Two Majors informó que el ejercito ruso había despejado el asentamiento de Ivashkovsky y estaba avanzado desde al menos siete direcciones. Otro bloguero ruso prorruso, Yuri Podolyaka, señaló que la velocidad del avance ruso era tal que incluso a los analistas les resultaba difícil seguir el ritmo.

“En los últimos cuatro días, los soldados rusos han despejado tanto territorio en la región de Kursk como el que a veces ni siquiera podían despejar en un par de meses” comentó Rybar, un bloguero cercano al Ministerio de Defensa Ruso.

El ejercito ruso recuperó el domingo tres asentamientos adicionales en Kursk, utilizando tácticas de infiltración por gasoductos para sorprender a las fuerzas ucranianas. Este avance se da en un contexto de incertidumbre de un futuro apoyo de EU a Ucrania, después de que la administración de Trump detuviera temporalmente la asistencia militar y el intercambio de inteligencia tras una reunión tensa entre Trump y el presidente ucraniano, Volodímir Zelensky, el 28 de febrero.

Zelensky, por su parte, reconoció que recibió un informe de su comandante en jefe, Oleksandr Sirski, sobre la situación en Kursk, aunque no ofreció detalles. Mientras tanto, el Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Ucrania reportó haber repelido 27 ataques rusos en la región el domingo.

Funcionarios estadounidenses planean usar la reunión del martes en Arabia Saudí para evaluar si Ucrania está dispuesta a hacer concesiones a Rusia con el fin de llegar a un acuerdo de paz. Según dos fuentes estadounidenses, también se espera que la delegación ucraniana de señales de interés en mejorar sus relaciones con el Gobierno de Trump, después del desencuentro del mes pasado.

El secretario de estado, Marco Rubio, viajo a Yeda el domingo para encabezar las negociaciones junto con el asesor de Seguridad Nacional, Mike Waltz, y el enviado de Trump a Oriente Medio, Steve Witkoff.

“No se puede decir ‘quiero la paz’ y ‘me niego a ceder en nada’”, afirmó una de las fuentes estadounidenses. Trump se mostró optimista por el proceso “Vamos a hacer muchos progresos, creo, esta semana, declaró a los periodistas del Air Force One. Zelensky también confirmó su asistencia a la reunión, asegurando que espera lograr avances en la búsqueda de la paz y asegurar el apoyo de Estados Unidos.