La iniciativa de Donald Trump para dar un cese al fuego parcial de 30 días entre Rusia y Ucrania enfrenta obstáculos significativos debido a las exigencias de Vladímir Putin, Volodímir Zelensky y la presión de Europa. Las posiciones diferentes divergentes de los actores clave complican las negociaciones, poniendo en duda la viabilidad de una tregua rápida.
Vladímir Putin ha establecido una condición clave para avanzar hacia la paz; el cese total de la ayuda militar y de la inteligencia extranjera a Ucrania. Según el Kremlin, esta exigencia fue discutida con Trump hace 72 horas. Sin embargo, el líder republicano desmintió esta entrevista con Fox News: “No hablamos de la ayuda. En realidad, no hablamos de la ayuda en absoluto. Hablamos de muchas cosas, pero la ayuda nunca se mencionó”
Por su parte Volodímir Zelensky considera fundamental que Estados Unidos y Europa mantengan el suministro de armas y apoyo de inteligencia para garantizar la seguridad de Ucrania. Ante la negativa de Trump y Putin a permitir el ingreso de Ucrania a la OTAN, el presidente Zelensky busca fortalecer su posición con el respaldo europeo.
El presidente ucraniano ha ejecutado una estrategia en diagonal, aliándose con líderes europeos para mantener el apoyo militar diplomático. Esta movida, aunque necesaria para Ucrania ha generado malestar en la Casa Blanca, que buscaba una tregua rápida. Europa ha tomado un papel activo en el conflicto, respaldando a Zelensky y presionando a Rusia con nuevas sanciones.
Durante una reunión en Bruselas, la Unión Europea debatió medidas para fortalecer la posición de Ucrania en las negociaciones. Zelensky, en un mensaje vía Zoom pidió: “Por favor, no disminuyan la presión sobre Rusia por la guerra. Las sanciones deben mantenerse hasta que Rusia comience a retirarse de nuestro territorio y compense plenamente los daños causados por su agresión”.
Uno de los temas más controvertidos es la central nuclear de Zaporiyia, ocupada por Rusia desde el inicio del conflicto. Trump propuso que empresas estadounidenses gestionen la planta, argumentado que esto garantizaría su seguridad y contribuiría a la infraestructura energética ucraniana. Sin embargo, Zelensky rechazó la idea: “Es nuestra y nuestra tierra”.
El primer ministro británico, Keir Starmer, ha convocado a 31 representantes de países occidentales para diseñar un sistema de seguridad que refuerce la capacidad defensiva de Ucrania. Starmer envió un mensaje claro a Trump y Putin: “Se requerirá el apoyo de los Estados Unidos, porque Putin debe tener claro que habrá graves consecuencias si viola el acuerdo. El propósito de este plan es garantizar el mantenimiento de la paz”.
Las negociaciones continuarán en Ryad (Arabia Saudita) este domingo, pero el optimismo desde Washington es relativizado por Moscú y Kyiv. Tammy Bruce, portavoz del Departamento de Estado, declaró: Estamos a un paso del alto el fuego total, y entonces podremos empezar a hablar no solo de paz durante una semana o seis meses, sino de una paz duradera en la que puedan confiar los pueblos de Ucrania, Rusia y el mundo”.