En medio del llanto y el dolor, este mediodía fue sepultado el delegado de la FGR, Ernesto Cuitláhuac Vázquez Reyna, ejecutado el lunes.
La ceremonia se realizó en el Panteón Español del Bulevar Hidalgo bajo un fuerte dispositivo de seguridad.
Elementos de la Guardia Nacional, Ejército Mexicano, Agencia de Investigación Criminal, Fiscalía Federal y Policía Estatal resguardaron el sepelio, al que asistieron más de 250 personas.
La familia, acompañada por colegas que montaron guardias de honor, despidió al «Licenciado Cuitláhuac», como era conocido en Reynosa.
Justo al mediodía, los familiares cargaron el féretro hasta la carroza fúnebre, seguido por un cortejo a pie encabezado por los más cercanos.
Dos patrullas de la Sedena y la Guardia Nacional bloquearon el acceso visual al cementerio para evitar la cobertura de medios, a petición de la familia.
La ceremonia se realizó en total privacidad, sin acceso a extraños ni periodistas. Personal de seguridad de la funeraria Gayosso también resguardó los accesos con discreción.
Bajo el intenso sol y una temperatura de 36 grados, la comitiva se congregó bajo un toldo gigante, donde se celebró una misa de despedida antes de dar cristiana sepultura al funcionario caído.