El ejército de Israel continuó bombardeando la ciudad de Gaza, forzando a miles de personas a huir hacia el sur del territorio. Un portavoz israelí justificó la ofensiva, diciendo que el objetivo es derrotar a Hamás y usar esa presión para negociar la liberación de los rehenes.
La gente, cargando sus pocas pertenencias, se mueve a pie o en carretas, en una situación desesperada. Una residente de Gaza llamada Aya Ahmed se preguntó: “Quieren que nos vayamos al sur, ¿pero dónde vamos a vivir? No tenemos carpas, transporte ni dinero”.
Israel ha atacado más de 150 objetivos desde el martes y abrió un corredor humanitario temporal para permitir que los civiles se desplacen hacia el sur.
Líderes de organizaciones internacionales han criticado la situación: El director de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, pidió a Israel que detenga la ofensiva, ya que los hospitales están al borde del colapso. El jefe de la UNRWA, Philippe Lazzarini, advirtió que la desinformación se está usando para desviar la atención de las “atrocidades” en Gaza.
Además, se mencionó una polémica declaración del ministro de Finanzas israelí, que se refirió a Gaza como una “bonanza inmobiliaria”, lo que fue interpretado por el gobierno palestino como un plan de genocidio. Por otro lado, la organización Médicos sin Fronteras lamentó la “elección imposible” que enfrenta la gente de Gaza: quedarse y enfrentar los ataques o huir y perderlo todo.
El ministerio de Salud de Gaza reportó un aumento en el número de víctimas, con un total de 65,141 “mártires” y 165,590 heridos desde octubre de 2023.
Finalmente, la nota reporta un incidente en la frontera con Jordania, donde un conductor de camión mató a dos personas. Como resultado, el ejército israelí recomendó detener la ayuda humanitaria proveniente de Jordania hasta que se investigue el ataque. Jordania condenó el incidente e identificó al atacante como un conductor que transportaba ayuda a Gaza.