El gobierno de Estados Unidos, bajo la presidencia de Donald Trump, ha intensificado su estrategia contra el narcotráfico y, como resultado, ha cancelado la visa a alrededor de 50 políticos y funcionarios mexicanos.
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, afirmó que su gobierno no tiene la lista de afectados, ya que Washington maneja la información de forma individual y no la comparte con México, a menos que haya una investigación de seguridad pública de por medio.
Fuentes anónimas citadas por Reuters, incluyendo un “destacado político mexicano,” indican que la mayoría de los afectados pertenecerían al partido oficialista Morena, aunque la medida también alcanzaría a funcionarios de otros partidos.
Entre los nombres que se mencionan se encuentra la gobernadora de Baja California, Marina del Pilar Ávila, y su esposo, Carlos Torres. La cancelación de su visa, ocurrida en mayo pasado, se convirtió en un escándalo que incluso precedió a su anuncio de divorcio.
Esta acción por parte de Estados Unidos sigue a un informe previo de Propublica que adelantaba la preparación de una lista de restricciones de viaje y sanciones para políticos mexicanos, especialmente líderes de Morena, gobernadores y allegados al expresidente Andrés Manuel López Obrador, vinculados a corrupción y narcotráfico.
Un funcionario del Departamento de Estado estadounidense confirmó que las visas pueden ser revocadas en cualquier momento, incluso para altos cargos mexicanos, por “actividades que sean contrarias al interés nacional de Estados Unidos”, sin dar detalles específicos de los motivos.