Israel autorizó la entrada de ayuda humanitaria a Gaza por uno de sus pasos fronterizos ante la presión de la comunidad internacional y especialmente de su aliado Estados Unidos, que le pide reducir la intensidad de los ataques y que proteja a los civiles.
La oficina dijo en un comunicado que la apertura permitiría a Israel mantener sus compromisos de permitir la entrada de 200 camiones de ayuda al día, acordados en un pacto de rehenes negociado y aplicado el mes pasado.
El paso había sido cerrado tras un ataque de Hamas el 7 de octubre y la ayuda se entregaba exclusivamente a través del paso fronterizo de Rafah, en Gaza, con Egipto, que, según Israel, solo podía acoger 100 camiones al día.
El asesor de seguridad nacional de Estados Unidos, Jake Sullivan, acogió con satisfacción la decisión de abrir el paso fronterizo, que calificó de “paso significativo”, afirmando que la Casa Blanca esperaba que aliviara la congestión y ayudara a facilitar la entrega y distribución de ayuda humanitaria a través de Rafah.
La Organización Mundial de la Salud también acogió la medida como una “buena noticia”.
Kerem Shalom, en la frontera entre Egipto, Israel y Gaza, es uno de los principales puntos de tránsito para la entrada y salida de mercancías de Gaza, y permite un tránsito mucho más rápido que el paso de Rafah, a pocos kilómetros de distancia.
A medida que ha ido avanzando la campaña israelí en Gaza, la situación humanitaria en el enclave asediado ha empeorado drásticamente. Naciones Unidas y otros organismos mundiales han advertido de la grave escasez de alimentos, agua potable y medicinas.
Las agencias de la ONU afirman que, a medida que han continuado los bombardeos, se ha hecho imposible distribuir la ayuda fuera de Rafah, donde la población ha aumentado hasta cerca de un millón de personas, con cientos de miles de refugiados procedentes de zonas más al norte.
Agencias.