Un adolescente de 14 años fue acusado de disparar fatalmente a un oficial de policía antes de que pudiera salir de su patrulla durante una investigación de armas de fuego en Newark, Nueva Jersey, el adolescente fue acusado de asesinato e intento de asesinato, dijeron las autoridades.
El detective Joseph Azcona, de 26 años, murió en un hospital y un segundo oficial que recibió impactos de bala se está recuperando de sus heridas. “Joseph Azcona, veterano de 5 años, recibió un disparo antes de que tuviera la oportunidad de salir de su coche de policía” dijo el fiscal del condado de Essex, Theodore Stephens, en una conferencia de prensa hoy por la mañana.
Se escucharon disparos alrededor de las 6:30 p.m. cerca de un White Castle y un Mcdonald’s en Carteret Street y Broadway mientras Azcona y otros oficiales investigaban si el adolescente y otras personas en el lugar estaban en posesión de armas de fuego ilegales, dijeron las autoridades. “Se intercambiaron disparos durante la interacción con la policía y esas personas, y desafortunadamente dos policías y un sospechoso fueron alcanzados por disparos” dijo Stephen.
El adolescente presuntamente disparó un total de 29 tiros a los oficiales. La policía recuperó el arma automática que le adolescente supuestamente disparó contra el policía dijo Stephens. Otras cinco personas estaban siendo interrogadas, agregó.
No estaba claro dónde se encontraba el segundo agente cuando le dispararon. Sus heridas no ponían en peligro su vida, dijo Stephens.
Las autoridades no han nombrado al adolescente sospechoso ni han proporcionado detalles sobre él.
Azcona, quien ha sido detective durante dos años, no estaba casado y no tenía hijos, dijeron las autoridades.
Murió en el Hospital Universitario alrededor de las 2:34 am con su madre, su padre y varios hermanos a su alrededor, dijo Stephens.
“Los oficiales involucrados son héroes”, dijo Stephens.
“Tenemos que centrarnos en encontrar la razón por la que este chico de 14 años se encontraba en la situación en la que se encontraba: tenía un arma y pensaba que podía usarla contra la policía”, añadió Stephens. “Es una situación descabellada que no puede pasar desapercibida”.