Autoridades estadounidenses endurecen medidas migratorias bajo el segundo mandato de Trump; los retornos ahora serán más lejanos y difíciles para migrantes mexicanos.
En una nueva muestra del endurecimiento de la política migratoria de Estados Unidos bajo el gobierno de Donald Trump. Autoridades fronterizas anunciaron que los mexicanos deportados ya no serán devueltos directamente a la frontera, sino que serán trasladados al interior o sur del territorio mexicano.
La advertencia la emitió Gloria I. Chavez, jefa de la Patrulla Fronteriza del Sector Valle del Río Grande, quien señaló:
“Existen consecuencias inmediatas. Y no importa de qué país entres, si eres mexicano y entras ilegalmente a EE.UU., se te va a procesar y se te va a deportar, y no se te va a deportar aquí a la frontera, se te va a deportar al interior o al sur de México”.
Deportaciones más lejanas: una estrategia para disuadir a migrantes mexicanos
Esta política forma parte de una serie de medidas más estrictas que Trump ha implementado desde que asumió nuevamente la presidencia en enero de 2025. El objetivo es buscar dificultar el retorno inmediato de migrantes que cruzan la frontera sin documentos.
Según expertos, deportar a los migrantes más lejos de sus lugares de cruce tradicional tiene un doble efecto. Desincentiva futuros intentos de reingreso y reduce la visibilidad mediática de los retornos masivos en la franja fronteriza.
México en alerta ante nuevas presiones
El gobierno mexicano aún no ha emitido una postura oficial sobre esta nueva modalidad, pero organizaciones civiles han expresado preocupación ante el impacto que tendría el incremento de deportaciones al sur del país. Especialmente en regiones con infraestructura limitada para recibir y atender a los migrantes retornados.
Desde su regreso al poder, Trump ha centrado buena parte de su discurso y acciones en el combate frontal a la migración irregular,