México.- Las finanzas de la industria mexicana del tomate podrían sufrir un fuerte menoscabo, de finalizar el acuerdo de suspensión que, desde 1996, frenó la investigación antidumping contra sus exportaciones hacia Estados Unidos.
Así lo advirtió el vicepresidente de Comercio Exterior del Consejo Nacional Agropecuario (CNA), Mario Andrade, al señalar que ese escenario obligaría a los productores mexicanos a pagar un arancel del 17.5 por ciento por llevar el producto hacia el vecino país del norte.
“Al productor le va a tocar poner ese dinero”, lo que repercutiría en un alza de los precios del producto agropecuario y, en consecuencia, el consumidor sería el principal afectado, acentuó en entrevista con Notimex.
Y es que, del campo mexicano son uno de cada dos tomates que se consumen del otro lado de la frontera norte, lo que ha llevado a generar divisas hasta por dos mil millones de dólares anuales, mencionó.
El producto mexicano tiene una participación de 90.1 por ciento en el mercado de Estados Unidos, de ahí que es principal destino de las exportaciones nacionales, según datos del Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP).
En este conflicto comercial, manifestó, es conveniente hacer un frente con el gobierno mexicano y seguir con el cabildeo, para llegar a un acuerdo antes de cumplirse los 90 días de plazo que empezaron a correr desde el pasado 6 de febrero, cuando el Departamento de Comercio de Estados Unidos notificó su intención de salirse.
Consideró que la decisión de retirarse del acuerdo se debe, sin duda, a otra de las estrategias de negociación de la administración del presidente Donald Trump. “Algo negociará a partir de ahí”, concluyó.
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