Como si fuera la secuela de una película de ciencia ficción, pero en un plano más real y dimensional, la NASA hizo chocar una nave contra un asteroide, en un primer ensayo para probar esta opción para defensa de la tierra.
Ahora los científicos realizaron la difícil tarea para registrar datos y aplicarlos en caso de concretas amenazas futuras a la Tierra. El increíble intento ocurrió la noche del 26 de septiembre a las 20.14 hora argentina (23.14 GMT) en una cobertura mundial en vivo por el canal de la misión de la NASA.
La misión de 330 millones de dólares es la culminación de más de ocho años de trabajo de un equipo de científicos en Estados Unidos, que busca defender a la Tierra de amenazas espaciales potenciales. Así, la nave DART chocó intencionalmente con el asteroide Dimorphos, ubicado a 11 millones de kilómetros de la Tierra, para poner a prueba una nueva tecnología que intenta proteger nuestro planeta de posibles colisiones de objetos espaciales.
Este asteroide no supone ninguna amenaza para la Tierra, pero gracias a la medición que se hará luego del impacto, con telescopios basados en tierra, se recabarán datos importantes para ayudar a prepararse mejor, por si alguna vez se descubre algún asteroide que pueda suponer un peligro de impacto.