Funcionarios de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés) han emitido una advertencia al público sobre una nueva modalidad de fraude telefónico en la que los estafadores, haciéndose pasar por agentes de CBP o de la Patrulla Fronteriza, buscan obtener información personal y financiera de sus víctimas.
Según las autoridades, las llamadas fraudulentas siguen un patrón preocupante. Los estafadores afirman que CBP ha interceptado un supuesto envío de drogas dirigido al destinatario de la llamada. Posteriormente, presionan al interlocutor asegurando que su cooperación es esencial para resolver el caso, y amenazan con enviar a la policía si no se proporciona la información requerida.
“Si CBP sospecha de una actividad ilegal, no llamará a un sospechoso ni a una víctima para solicitar dinero o números de Seguro Social”, dijo Rod Hudson, director interino de Operaciones de Campo de CBP en Houston. “Queremos ser claros: CBP no realiza llamadas telefónicas en las que amenace a ciudadanos con el envío de fuerzas del orden ni ofrece recompensas a cambio de información”.
La agencia ha recordado que no solicita pagos ni información sensible por teléfono, y ha instado a los ciudadanos a no responder a estas llamadas. En lugar de ello, se recomienda colgar de inmediato y reportar el incidente a la Comisión Federal de Comercio (Federal Trade Commission) a través de su sitio web.
Los funcionarios enfatizan que, aunque los estafadores pueden sonar convincentes o utilizar identificadores telefónicos falsificados que aparentan ser oficiales, todas las llamadas que involucren autodeportación, cargamentos ilegales o solicitudes de dinero deben considerarse fraudulentas.
Agencias.