La ilusión está más viva que nunca luego del espectacular empate 3-3 contra Santos en la compensación del partido de este miércoles.
Esta noche en el Estadio Azteca se presentaron las Águilas de las remontadas, esas que en su ADN llevan el espíritu para sobreponerse a la adversidad, para mantener el vuelo pese a una desventaja de dos goles e igualar con aquel cabezazo de Federico Viñas, que supo a gloria.
Porque al 86′ el equipo caía 3-1, porque parecía que otra vez sangraría, pero el cuadro azulcrema alargó su racha a 10 juegos sin perder gracias a ese ímpetu y comunión por la que no hay imposibles, por eso revivió al 87′ con el autogol de Hugo Rodríguez y luego al 90’+4′ con el de Viñas.
Esa es la carta de presentación del América para el Clásico Nacional, el sábado en el Estadio Azteca.
Las Águilas sufrieron por sus despistes defensivos. Leo Suárez encontró una avenida por derecha, como en aquella jugada al 7′ en el que ni Álvaro Fidalgo ni Néstor Araujo supieron contenerlo, después al 17′ cuando le quebró la cintura a Richard Sánchez y tuvo la fortuna de un ligero desvío del propio Araujo.
América había reaccionado pronto, al 9′, con el noveno gol de Henry Martín, quien aprovechó que Carlos Acevedo dio rebote luego de un disparo de Diego Valdés.
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