Siempre dan la bienvenida a los nuevos integrantes del grupo. Argentina, Ecuador, Perú o México: más de mil miembros de diferentes partes de América Latina lo conforman. No sólo comparten el idioma sino también, el profundo rechazo por las vacunas.
Como éste, hay cientos más en Facebook y Reddit: grupos en los que la gente expone las razones por las que ha decidido no inmunizarse o inmunizar a sus hijos. MILENIO interactuó en uno.
Además de brindarles un espacio en el cual sentirse comprendidos, los foros virtuales se han convertido en llaves para burlar el sistema: cartillas falsificadas e información fraudulenta son parte del problema.
Antivacunas de ayer, antivacunas de hoy
Junto al repunte de casos de enfermedades infecciosas, el movimiento antivacunas parece cobrar aún más fuerza. En Estados Unidos, el director del Departamento de Salud y Servicios Humanos, Robert F. Kennedy Jr. ha desacreditado abiertamente a los inmunológicos mientras las tasas de vacunación en el país disminuyen.
En México la tos ferina resurgió mientras los brotes de sarampión siguen incrementando. Algunos especialistas atribuyen parte de la tendencia a los grupos antivacunas.
Sin embargo, no son nuevos. Casi desde su nacimiento, los inmunológicos han sido objeto de acusaciones, la de la viruela por ejemplo, no fue recibida con mucho ánimo, incluso se llegó a señalar que su aplicación terminaría convirtiendo a las personas en vacas.
La medida preventiva fue aceptada con menos recelo conforme se fue extendiendo a diferentes partes del mundo, lo que permitió la erradicación de la viruela en 1979. No obstante, el triunfo no fue total.
El esquema de vacunación no sólo protege a otros de un contagio, sino que además previene cuadros graves de sarampión
Ya desde la década de los 1800, el Dr. Balmis —que había comenzado una expedición con el fin de aplicar la vacuna en el centro y sur de América— se enfrentó a negativas por parte de algunos habitantes de la región, quienes se opusieron a la inmunización por cuestiones religiosas.
Con el pasar de los años, las creencias dejaron de ser la traba principal para la erradicación de enfermedades. Junto al avance tecnológico, llegaron nuevas teorías antivacunas que actualmente son replicadas en redes sociales.
¿Quiénes son los antivacunas?
Los antivacunas están infiltrados en todas partes y normalmente no comparten abiertamente su postura. Aunque no hay un perfil único, Malaquías López Cervantes, ex director general de Planeación y Desarrollo en Salud (DGPLADES) de la Secretaría de Salud detalla que una sección muy importante cuenta con un grado de estudios amplio.
“Estudiaron la preparatoria, a veces la universidad. Da la impresión de que son capaces de interpretar la información, pero no”, dice en entrevista para este medio.
Una de las bases principales del movimiento se asentó en 1998, cuando Lancet, la revista más influyente del campo de la medicina, publicó un artículo en el que el Dr. Andrew Wakefield y sus colegas aseguraban que la vacuna triple vírica (que protege contra el sarampión, las paperas y la rubéola) estaba vinculada con el desarrollo posterior de autismo. El supuesto descubrimiento se hizo noticia rápidamente.
Doce años después el estudio fue desacreditado, la propia revista admitió que la investigación contenían errores.
“El mismo autor aceptó que había inventado la información y que lo que había escrito era falso. La revista republicó el artículo poniéndole una raya y diciendo que ese artículo estaba desautorizado, pero el daño ya estaba hecho, ya había llegado a una cantidad importante de personas”, agrega el Dr. Malaquías.
A pesar de que los resultados fueron refutados, los esfuerzos han sido inútiles, ni siquiera las nuevas investigaciones en las que se concluye que las vacunas son seguras pudieron calmar los ánimos, por el contrario, terminaron alimentando la paranoia y las teorías de conspiración.
“Se vuelve como una creencia religiosa, como algo definitivo. Existe una especie de credibilidad basada en el chisme. Uno le dice a otro la información, y le cree, encima, está la idea de que los gobiernos y los científicos mienten”.
Cuando el miedo marca decisiones
Los antivacunas, especialmente los que utilizan internet, se asumen como portadores de la verdad. No es raro que en las publicaciones de Facebook contra las vacunas, se encuentren comentarios tratando de persuadir a personas aún indecisas de si vacunar o no a sus hijos.
“No sé que hacer … Les ruego me ayuden con consejos, no sé si si le pongo por todo los virus y nuevas sepas o no hacerlo. Me da miedo ponerle las vacunas y a su vez también me da miedo no hacerlo (sic)”, escribió una madre ecuatoriana al explicar que su hijo de 8 años no tenía vacunas aun cuando en su país hay un brote de tos ferina.
Las respuesta van desde sugerir que el niño ingiera dióxido de cloro como protección, hasta evitar cualquier contacto con los inmunológicos: “Todas las vacunas son para matar y enfermarte de por vida, hacelo y vas a tener un hijo verdaderamente dependiente de fármacos”, le respondió alguien más.
Los padres y madres que optan por no vacunar a sus hijos no sólo ponen en riesgo la vida del menor, sino también de la comunidad
Los consejos no se quedan ahí. Algunos integrantes incluso incitan a otros a falsear información. Por ejemplo, en octubre del 2024, una persona de Ciudad de México preguntó en dónde podía conseguir una cartilla de vacunación falsa con las 3 dosis de gardasil, (inmunológico que protege contra el virus del papiloma humano (VPH).
“También quisiera saber lo mismo” respondió otra mujer. No pasó mucho tiempo para que alguien más les contestara, diciendo que podía ayudarles. Les pidió que le enviaran un mensaje privado.
Agencias.