EUROPA.- Este sábado entraron en vigor nuevas restricciones en varias otras naciones europeas en un esfuerzo por detener el resurgimiento de la pandemia
La canciller Angela Merkel instó a los alemanes a unirse como lo hicieron en la primavera para frenar la propagación del coronavirus, mientras el país registró otro récord diario de casos nuevos.
“Nos esperan meses difíciles”, dijo en su video podcast semanal. ¿Cómo será el invierno y cómo será nuestra Navidad? Eso se decidirá en los próximos días y semanas, y lo decidirá nuestra conducta.
En París y otras ocho ciudades francesas, los restaurantes, bares, cines y otros establecimientos se vieron obligados a cerrar antes de las 9 de la noche para intentar reducir el contacto entre las personas. El país estaba desplegando 12.000 policías adicionales para hacer cumplir las nuevas reglas.
Muchos dueños de restaurantes están furiosos con el pedido. Un cierre anterior de varios meses devastó el sector.
En Gran Bretaña, entró en vigor un enfoque regional de tres niveles para combatir la pandemia introducido por el primer ministro Boris Johnson. Cada nivel trajo restricciones progresivamente más estrictas.
El sábado, las ciudades de nivel 2 como Londres y York estaban sujetas a la prohibición de reunirse bajo techo con personas de otros hogares, mientras que el condado de Lancashire se unió a Liverpool en el nivel 3, que tiene las restricciones más estrictas.
Entre otras cosas, eso significa que los pubs fueron obligados a cerrar y que está prohibido reunirse con otras personas, incluso en muchos entornos al aire libre.
En Irlanda del Norte el viernes entró en vigor un confinamiento de cuatro semanas. Todos los pubs y restaurantes deben cerrar, excepto los servicios de comida para llevar, y las escuelas cerrarán durante dos semanas para un feriado extendido de medio ciclo escolar.
La región de Lombardía, en el norte de Italia y donde comenzó el brote de coronavirus en Europa a finales de febrero, adoptó nuevas medidas el viernes para contener los rebrotes, limitando la actividad de los bares y la venta de alcohol, prohibiendo los deportes de contacto y cerrando las salas de bingo.
El gobierno regional pidió también a las escuelas de secundaria que adopten un horario híbrido para que los estudiantes alternen las clases presenciales con la enseñanza online.
En la otra región italiana más afectada por la crisis del coronavirus, Campania, en el sur, se adoptaron medidas igual de estrictas que incluyeron el cierre de las escuelas durante dos semanas. Tras las protestas de los padres, el gobernador dio marcha atrás el viernes y permitió que las guarderías sigan funcionando.
Por otra parte, República Checa batió por tercer día consecutivo su nuevo récord de contagios diarios y superó por primera vez la barrera de los 10.000. Según el Ministerio de Salud, el viernes se reportaron 11.105 nuevos casos, casi 1.400 más que la marca alcanzada en la víspera.
Desde el inicio de la pandemia, el país ha confirmado 160.112 casos de COVID-19, con 1.283 fallecidos.
Pese a las restricciones decretadas por el gobierno para ralentizar la propagación del virus, el ministro de Salud, Roman Prymula, dijo que espera que los positivos sigan aumentando en las dos próximas semanas.
Si las medidas no consiguen su objetivo, el número de nuevos casos podría alcanzar el cuarto de millón en la segunda mitad de octubre, de acuerdo con el pronóstico del Ministerio de Salud.
Agencias