CIUDAD DE MÉXICO.- A pesar de estar en semáforo rojo, en Guanajuato están abiertas, con “sana distancia”, plazas comerciales, tiendas departamentales y gimnasios; en Sinaloa se puede acudir a los estadios de futbol, mientras que Hidalgo, en naranja, mantiene cerrados cines, gimnasios, iglesias, plazas comerciales y estéticas.
Estos son algunos ejemplos de cómo los Gobiernos estatales acatan a conveniencia el semáforo epidemiológico, pues en muchos casos no siguen sus orientaciones sobre restricciones sanitarias.
En mayo de 2020, el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, advirtió a las autoridades estatales que no podrían hacer modificaciones menos estrictas que las establecidas en el semáforo que comenzó el 1 de junio.
En Guerrero, que se encuentra en color naranja, las autoridades decidieron que los destinos turísticos de Acapulco, Chilpancingo e Ixtapa-Zihuatanejo estarían en semáforo amarillo durante la temporada decembrina.
Aunque Michoacán se mantiene en semáforo naranja, el Gobernador Silvano Aureoles endureció las medidas y contempla sancionar con arrestos de hasta 36 horas y multas de hasta 2 mil 688 pesos a quien las incumpla.
En Nuevo León, también en naranja, la Administración de Jaime Rodríguez ordenó el 31 de diciembre recortar los horarios de lunes a sábado y cerrar completamente los domingos a prácticamente todos los negocios.
Agencia Reforma