Un exalumno de 18 años se “hizo estallar” este lunes en una escuela ortodoxa rusa situada junto a un convento cerca de Moscú, hiriendo a diez estudiantes.
El ataque tuvo lugar en una escuela ortodoxa situada junto al convento Vvedensky Vladychny, del siglo XIV, en la localidad de Serpujov, a unos 100 kilómetros al sur de la capital rusa, informó el Ministerio del Interior de la región de Moscú en un comunicado.
Una representante de la comisión de investigación, Olga Vradii, dijo que el sospechoso, herido en la explosión, “está en cuidados intensivos” y por tanto “los investigadores no han podido trabajar con él”.
Según Vradii, el agresor “quería suicidarse” haciéndose estallar.
Además, “hay diez niños heridos”, informó la comisionada regional para los derechos de los niños, Ksenia Mishonova, en Telegram.
La funcionaria aclaró que nueve de ellos estaban en el hospital pero que “nada amenazaba sus vidas”.
Olor a quemado y lágrimas
Según la agencia Tass, que cita fuentes policiales, el autor del atentado planeaba activar “su artefacto explosivo casero durante las oraciones de la mañana en la escuela, pero se hizo estallar en la entrada”.
El Comité de Investigación ruso, responsable de los principales casos penales del país, abrió una investigación por “intento de asesinato” y “tráfico de explosivos”.
Agencia Reforma.