CIUDAD DEL VATICANO.- Los 133 cardenales que participarán en el cónclave para elegir al sucesor del papa Francisco ya se encuentran en la Santa Sede, confirmó el vocero del Vaticano, Matteo Bruni.
Llamados ‘príncipes de la Iglesia’, los más de 100 cardenales se encerrarán por tiempo indefino hasta elegir al nuevo pontífice, en una votación en la que no se permite la entrada de personas ajenas al cónclave.
Avanzan los preparativos para el cónclave 2025
El portavoz del Vaticano confirmó que todos los 133 cardenales electores llegaron a Roma para el cónclave, considerado el más “internacional” y variado de la historia con la participación de representantes de 71 países.
En la décima congregación general previa a la votación, llevada a cabo este lunes participaron 179 cardenales, 132 de ellos electores.
Durante la sesión hubo 26 intervenciones que temas desde la naturaleza misionera de la Iglesia, los conflictos bélicos e incluso la división entre la comunidad católica, entre otros.
Este fin de semana también se llevó a cabo el sorteo de habitaciones de Santa Marta y el edificio adyacente para el alojamiento de los 133 cardenales durante la duración del cónclave.
Los cardenales podrán ingresar a Santa Marta, hotel donde vivió el papa Francisco durante sus 12 años de pontificado, desde mañana martes.
Posteriormente podrán desplazarse a la Capilla Sixtina en minibuses o caminando; durante todo el recorrido “habrá presencia de las fuerzas de seguridad”.
Además se sellarán otras zonas cercanas a la Sixtina, como la Sala Regia o la Capilla Paolina.
¿Cuándo empieza el cónclave?
El miércoles 7 de mayo dará inició el cónclave para elegir al 267° Papa de la iglesia católica tras la muerte de Francisco, primer pontífice latinoamericano.
Mientras los cardenales votan, totalmente desconectados del mundo, decenas de miles de personas en la plaza San Pedro y millones más seguirán al pendiente a través de redes sociales, televisión y otras transmisiones en vivo.
Si sale humo negro de la chimenea instalada en la Basílica de San Pedro quiere decir que no hay consenso. En cambio, el humo blanco simboliza la elección de un nuevo papa.