CIUDAD DEL VATICANO, Vaticano.- El Papa Francisco condenó este domingo la mutilación genital de millones de niñas y el tráfico de mujeres para fines sexuales.
En declaraciones en la Plaza de San Pedro, el Pontífice señaló que hoy se conmemora el día de la lucha mundial contra la mutilación genital.
Dijo que cada año unas 3 millones de niñas son sometidas a esa práctica “con frecuencia en condiciones muy peligrosas para la salud”.
“Esta práctica, desafortunadamente común en muchas regiones del mundo, humilla la dignidad de las mujeres y ataca gravemente su integridad física”, expresó el Papa.
La mutilación genital es la alteración o herida a la genitalia femenina por razones no médicas y viola los derechos humanos, la salud y la integridad de niñas y mujeres, según las Naciones Unidas.
La práctica puede ocasionar dolor severo, hemorragias, infecciones, dificultades al orinar y graves repercusiones en la salud psicológica, sexual y reproductiva. Si bien ocurre mayormente en unos 30 países en África y el Medio Oriente, también sucede en otras regiones incluso entre comunidades inmigrantes.
Según cifras de la ONU, hay por lo menos 200 millones de niñas y mujeres que han sobrevivido a la práctica hoy en día.
El Papa añadió que el martes será un día de oración y reflexión para ayudar en la lucha contra el tráfico humano.
“Es una herida profunda infligida por la vergonzosa búsqueda de ganancias sin ningún respeto por la persona humana”, dijo en vísperas del Día Internacional de Oración y Concienciación contra la Trata de Personas que la Iglesia Católica celebra este martes.
“Hay muchas niñas que vemos en las calles que no son libres. Son esclavas de los traficantes que las envían a trabajar y las golpean si no vuelven con dinero. Esto ocurre hoy en día, en nuestras ciudades”, dijo.
Entre ellas se encuentra Roma, donde las autoridades afirman que las bandas criminales atraen a las mujeres a Italia con la promesa de un trabajo y luego las obligan a prostituirse, amenazando con perjudicar a sus familias en su país si acuden a la policía.
“Ante estas plagas sobre la humanidad, expreso mi tristeza llamo a todos los responsables a actuar decididamente para impedir tanto la explotación como las prácticas humillantes que afligen en particular a mujeres y niñas”, declaró el Papa.
Las monjas católicas de Roma están a la vanguardia de la lucha contra la trata de mujeres. En 2016, Francisco visitó una casa de seguridad en Roma donde una organización benéfica protege a las mujeres liberadas de los proxenetas.
Agencia Reforma