El Jefe de derechos humanos de la ONU denunció este jueves el “esfuerzo sistemático” del Gobierno de Nicaragua para reprimir la disidencia, apuntando al creciente número de detenciones arbitrarias, al cierre de miles de organizaciones sin fines de lucro y al intento de “amordazar” medios de comunicación.
En un informe que fue duramente criticado por Nicaragua y sus aliados, Volker Turk dijo ante el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas que el país vive un “clima de opresión” cada vez más intenso.
“Hay un esfuerzo sistemático para sofocar a opositores y disidentes”, advirtió.
El Gobierno del Presidente nicaragüense, Daniel Ortega, se enfrenta a una creciente presión diplomática por lo que Estados Unidos califica de dramático deterioro de los derechos humanos, con el encarcelamiento de decenas de opositores políticos, estudiantes y periodistas.
Turk advirtió de que el número de presos políticos iba en aumento.
“El número de personas detenidas arbitrariamente por expresar sus opiniones políticas o por ser percibidas como críticas del Gobierno, ha incrementado de 195 en septiembre a 225 al día de hoy”, declaró ante el Consejo.
“Esto incluye a familiares de opositores políticos detenidos, presuntamente para presionarles a estos últimos a entregarse”.
El responsable de derechos humanos de la ONU también denunció el cierre de más de tres mil ONGs nacionales e internacionales en el país, casi la mitad de ellas desde septiembre.
Y acusó al Gobierno de “amordazar” a los medios de comunicación con el cierre 26 medios nacionales y tres internacionales.
Según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, más de 100 mil personas se han exiliado desde las protestas opositoras de 2018, que el Gobierno de Ortega considera que fueron parte de un fallido golpe de Estado promovido por Washington, del que los obispos fueron cómplices y desataron la persecución política.
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