Agencia Reforma
CIUDAD DE MÉXICO.- De las 9 mil 582 estancias infantiles que estaban registradas en el 2018, 3 mil 872, un 40 por ciento, incumplieron con una o varias reglas de operación.
Sin embargo, en el listado no aparecen faltas administrativas que impliquen mal uso de recursos públicos.
Entre los principales lineamientos que desobedecieron, según el registro que recibió la Secretaría de Bienestar del Gobierno anterior, está contar con un expediente por cada menor, así como de sus padres; el año pasado, 2 mil 240 centros no cumplieron con ese requisito.
En las supervisiones, en 2 mil 409 se detectó que no contaban con el personal suficiente para brindar los servicios de cuidado y atención infantil, el cual consistía en un asistente por cada ocho menores y otro por cada pequeño con algunas discapacidad.
El informe de la Secretaría del Bienestar, entregado vía transparencia a REFORMA, señala que la Administración anterior emitió 3 mil 318 notificaciones para dar de baja temporal a igual número de centros de cuidado por corregir deficiencias.
Sin embargo, no se aclara si éstas fueron cerradas por un tiempo o finalmente cumplieron.
En la mayoría de los casos, 2 mil 342, la irregularidad fue no contar con el personal suficiente.
A 18 se les acusó de manipular, ocultar, sustraer o retirar los registros de asistencia de los menores o se les pidió a los beneficiarios firmar dicha lista aunque no acudieron.
El Presidente Andrés Manuel López Obrador y las titulares de Bienestar han acusado a las estancias de tener registrados a niños fantasma y cobrar el apoyo.
Sin embargo, en las irregularidades no se reportó alguna estancia por “obtener indebidamente los apoyos que otorga el programa” o que presentó información falsa o documentos apócrifos o alterados para cumplir con los requisitos y recibir el beneficio de 950 pesos por niño.
En la documentación que dejó la Secretaría de Desarrollo Social tampoco se registró ningún caso de maltrato infantil, y no se emitieron notificaciones para dar de baja definitivamente a estas guarderías.
Otras de las principales quejas era no tener iluminación, ventilación, orden e higiene en las áreas de actividades, de alimentación y en los baños.
Unas 412 estancias no pidieron la colaboración de Protección Civil para organizar simulacros al menos una vez cada dos meses.
En 433, aunque las ventanas estaban fuera del alcance de las menores, no tenían película de protección anti estallante o para dificultar su fragmentación, además de que en algunos casos estaban rotos, perforados o estrellados.
Las autoridades anteriores reportaron que 194 no contaban con techos, muros y pisos no inflamables o tratados con materiales retardantes de fuego.
Unas 646 no carecían de un detector de humo por cada área; se reportaron a 757 por no contar con un programa interno de Protección Civil o documento equivalente; a 293 se les llamó la atención porque no prestaban el servicio de ocho horas; y unas 790 no realizaron un control de plagas, al interior y exterior.
Entre estas 3 mil 872 estancias, había algunas que tenían más de 60 irregularidades, como Ma Lupita, ubicada en Tijuana, Baja California, que tenía 62 incumplimientos, sin embargo, corrigió varios de los errores, pero se le envió una notificación de baja temporal debido a que la responsable no estuvo presente en dos supervisiones sorpresa.