Cinco años después del surgimiento del COVID-19, una nueva variante del virus SARS-CoV-2 ha sido detectada, generando alarma entre expertos y autoridades sanitarias.
Aunque la situación actual no es comparable a los primeros años de la pandemia, la vigilancia y la precaución siguen siendo esenciales
Identificada como SARS-CoV-2 KP.3.1.1, esta variante presenta mutaciones que podrían dificultar los esfuerzos por controlar la pandemia, afectando principalmente a Japón y Australia, donde se han registrado los primeros casos.
El doctor Alejandro Macías, epidemiólogo y experto en enfermedades infecciosas, ha confirmado la detección de la nueva cepa SARS-CoV-2 KP.3.1.1. Según los análisis, esta variante acumula 94 mutaciones, una cifra que indica su capacidad de adaptación frente a los sistemas inmunológicos humanos y la vacunación. Aunque todavía no se ha identificado con certeza el “paciente cero”, la nueva cepa podría haber surgido en contextos de alta circulación viral, como mercados de animales o laboratorios, lo que vuelve a poner en el centro del debate las teorías sobre el origen del COVID-19.
. Las investigaciones sobre el SARS-CoV-2 KP.3.1.1 continúan, mientras que equipos de científicos en Asia y Oceanía analizan la propagación del virus y buscan comprender mejor sus características. Aunque la cepa se descubrió recientemente, ya ha generado preocupación por su potencial de propagación internacional, dada la conectividad global y la relajación de las restricciones en muchos países.
Los investigadores también han retomado el estudio de muestras recolectadas en el mercado de Wuhan, China, donde se vendían animales silvestres. En ese contexto, se busca rastrear el origen de la variante KP.3.1.1 para entender cómo se transmitió y poder anticipar su evolución.
¿Cuáles son los síntomas de la nueva variante?
Los síntomas de la variante SARS-CoV-2 KP.3.1.1 son similares a los que se han observado en variantes anteriores como ómicron, aunque algunos casos sugieren una mayor intensidad en ciertos grupos de riesgo.
Entre los síntomas más comunes se incluyen:
Dolor de garganta
Tos persistente
Fatiga extrema
Dolores corporales y de cabeza
Congestión nasal y goteo
Fiebre y escalofríos Dificultad para respirar
Náuseas o pérdida de apetito
Diarrea ocasional
Pérdida del sentido del gusto o del olfato
Es importante destacar que, al igual que en variantes previas, los grupos de alto riesgo, como las personas mayores de 65 años, con enfermedades crónicas o inmunodeprimidas, son más propensas a desarrollar complicaciones graves, como neumonía o problemas respiratorios severos.
Recomendaciones para mantenerse protegido Con la llegada del otoño en el hemisferio norte y el aumento de las enfermedades respiratorias, los expertos recomiendan tomar precauciones adicionales, especialmente en espacios cerrados y concurridos.
Aquí te presentamos algunas medidas clave para protegerte de esta nueva variante y otros virus respiratorios:
Mantente al día con las vacunas: Asegúrate de tener todas las dosis recomendadas de la vacuna contra el COVID-19, incluidos los refuerzos que hayan sido autorizados para las nuevas variantes.
Evita salir si estás enfermo: Si presentas síntomas de cualquier enfermedad respiratoria, permanece en casa para evitar contagiar a otros. Utiliza mascarilla:
En espacios cerrados y con poca ventilación, es recomendable seguir usando mascarilla, sobre todo si perteneces a un grupo de riesgo.
Mantén una buena ventilación: Abrir ventanas y ventilar los espacios reduce la concentración de virus en el aire. Lávate las manos frecuentemente: La higiene de manos sigue siendo una de las formas más efectivas de prevenir infecciones.
Evita el contacto cercano con personas enfermas: El distanciamiento social sigue siendo una medida útil para reducir el riesgo de contagio, sobre todo en lugares con brotes activos