CIUDAD DE MÉXICO- El diputado panista Juan Antonio Acosta Cano fue asesinado ayer en el municipio de Juventino Rosas, Guanajuato.
A cinco meses de la detención del líder del Cártel de Santa Rosa de Lima, José Antonio Yépez Ortiz, “El Marro”, la violencia en Guanajuato no cede. En los primeros 12 días del año ya se registran al menos 138 homicidios dolosos.
Anoche se reportó que un comando ejecutó a una niña, 3 mujeres y un hombre en una vivienda de Irapuato.
El Gobierno federal ha prometido incrementar la presencia la Guardia Nacional.
Fuentes federales sospechan que los grupos criminales han ganado terreno porque actúan con la protección de mandos estatales y agentes locales.
Líderes opositores acusan inacción y estrategias fallidas del fiscal Carlos Zamarripa y el secretario de seguridad, Alvar Cabeza de Vaca.
“Guanajuato lleva cinco años de ser verdaderamente un infierno de violencia y este señor fiscal (Zamarripa) lleva 11 años ahí, vamos a investigar”, dijo en julio pasado el titular de la FGR, Alejandro Gertz.
Agencia Reforma