Desde su llegada al banquillo universitario en 2020, Andrés Lillini le ha devuelto protagonismo a los Pumas. Sin embargo, luego de 11 años, la sequía se ha prolongado demasiado y no hay otra exigencia más que el título.
“El título es una urgencia. La afición lo merece, el club lo necesita. El proyecto se consolidaría mucho más, lo disfrutaríamos muchísimo. Entonces, claro que termina siendo una obsesión”, afirmó Lillini.
Los refuerzos que se sumaron para el Apertura 2022 han ilusionado a la afición. Leopoldo Silva, presidente de la Junta Directiva del Club Universidad Nacional, reconoció una deuda bancaria cercana a los 380 millones de pesos, a pesar de eso, se invirtió y por ello Lillini se compromete a entregar buenas cuentas.
“Se han traído jugadores que le pueden aportar al equipo, dar ese el salto de calidad que siempre se busca. El club ha dado un paso importante en un estado financiero complicado por la pandemia de covid. Hemos vendido, entonces se van cumpliendo muchos objetivos paralelos”, mencionó.
Aunque, la encomienda prioritaria es el desarrollo de jóvenes futbolistas. La cantera es un pilar fundamental en el proyecto deportivo del Club Universidad. La proyección de nuevos rostros en el futbol mexicano, no es un pretexto para dejar de buscar el título.
“No hay ninguna excusa, ni antes ni ahora. Si el joven juega en Primera División, ya tiene que saber soportar las exigencias, las presiones, el estrés de la competencia. Esto es alto rendimiento”.
Con el ingreso de José Navarro en la fecha uno ante Tijuana, Andrés Lillini cuenta hasta 15 canteranos promovidos al primer equipo.
“Uno no los pone por poner, porque también me juego el trabajo. Estoy convencido de lo que hago y del talento de ellos. Entonces, tienen que estar a la altura de las circunstancias. Es una posibilidad que buscan y que el club se las puede concretar”.
Desde su llegada a Primera División, el director técnico en promedio debuta a un jugador cada 5 partidos.
La eliminación del Tri Sub 20, que se quedó sin Copa del Mundo en Indonesia 2023 y sin Juegos Olímpicos de París 2024, dejó en claro la necesidad de mejores procesos con las selecciones juveniles.
Lillini no descartó que Pumas se convierta en la base de la Selección Mexicana de cara al Mundial del 2026.
“Creo que para el próximo proceso podemos estar más cerca, porque estos chicos que están en Pumas o que tuvieron un proceso y están vendidos a otros equipos, seguramentevpueden jugar en la Selección Mexicana”, señaló.
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