El dispositivo Halo, que el domingo salvó la vida del chino Zhou Guanyu, al evitar que su cabeza chocara con la pista cuando su bólido se volteó en el arranque del Gran Premio de Gran Bretaña, es una pieza de titanio aeroespacial, similar al que se utiliza en los transbordadores debido a su resistencia.
El objetivo de utilizar titanio aeroespacial en la fabricación se debe a la inmensa cantidad de peso que debe soportar. En la parte superior debe resistir la presión de 12 mil kilogramos, algo equivalente al peso de un camión de dos pisos de los que transitan por la ciudad de Londres. La misma fuerza debe resistir en los laterales durante un periodo de cinco segundos.
El tiempo podrá parecer poco, pero el momento del impacto puede durar tan sólo un segundo, además de que la fuerza no se mantiene constante durante todo el incidente.
Este dispositivo fue adoptado luego del trágico accidente de Jules Bianchi en el Gran Premio de Japón del 5 de octubre de 2014. El francés sufrió severos golpes en la cabeza que le provocaron la muerte nueve meses después, el 17 julio de 2015.
El Halo es montado sobre tres soportes, dos de ellos en los laterales de la cabina y uno enfrente.
En la F1 cualquier pieza no sólo debe cumplir con la seguridad y, si es posible obtener una ventaja aerodinámica de ella se hará y así sucede con el Halo.
Los equipos han encontrado la forma de volverlo un alerón más para la distribución del flujo del viento sin perder sus cualidades de seguridad. Es posible observar pequeños alerones curvos sobre la estructura original, en forma de navaja, para influir en la aerodinámica.
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