No logra escapar el torneo de ese endemoniado calendario que compacta todo previo a una Copa del Mundo.
Este, el Apertura 2022, a todas luces atípico por terminar en octubre, no es en esencia el más corto de la historia con sus 122 días, ese derecho lo tiene ganado otro certamen pre mundialista, el del Clausura 2006, que tuvo 121.
Pável Pardo, que jugó con el América en ese año, comenta sobre lo que pasa por la mente de un jugador en un torneo en el que quizá reservarse en lo físico ronde la cabeza de algunos futbolistas para no lesionarse.
“Te hablo por lo que viví”, “siempre pensé en dar lo mejor primero por mi equipo, porque era lo inmediato, y luego pensando en el Mundial. Lo mejor para un futbolista no es estar idealizando la Copa del Mundo, sino el día a día, porque bajar el nivel significa también que se pueda quedar fuera de la lista final”.
Apunta entonces al caso de Luis Montes, que pasaba por su mejor momento en el 2014 y una fractura de tibia y peroné le impidió el Mundial.
Daniel Ipata tiene 20 años ligado al futbolista mexicano. Ha estado en clubes como Pachuca y Cruz Azul además de Selección mexicana. Conoce costumbres y sentencias de lo que pasa por la mente del jugador y que repercute en su cuerpo.
“Es subyacente el pensamiento del jugador de querer estar en una Copa del Mundo, pero luego dentro de la cancha se le olvida y juega a tope. Acepto que de manera subconciente el jugador entrena y compite de una manera diferente en el torneo que antecede al Mundial, pero no pasa por guardarse algo”.
Los últimos torneos que antecedieron a la Copa del Mundo de Rusia 2018 y Brasil 2104 constaron de los mismos días, 135 y la misma cantidad de partidos, 167, pero este que inicia fue comprimido.
Agencia.