NUEVA YORK.- José Rodríguez tardó dos meses en recorrer cinco mil 600 kilómetros desde Venezuela hasta Nueva York.
Él es uno de los 50 migrantes que llegaron a la terminal de autobuses de la Autoridad Portuaria en Times Square como parte de las nuevas medidas estatales sobre la inmigración.
“No tenía dinero para comer. La situación es muy grave en Venezuela”, dijo el albañil de 38 años.
Desde abril, el gobernador republicano de Texas, Greg Abbott, ha enviado a solicitantes de asilo a ciudades con alcaldes demócratas que están a favor de la inmigración.
Eso, con el fin de presionar al gobierno de Joe Biden para que tome medidas enérgicas en la frontera.
Abbott y el alcalde de NY, Eric Adams, discuten públicamente sobre migración.
Te puede interesar: Vendaval azota festival de música en España
El autobús en el que iba Rodríguez fue enviado dos días después de que Adams anunció medidas de emergencia para que la ciudad aumentara con rapidez su capacidad de alojamiento.
Las autoridades de Nueva York afirmaron que, en los últimos meses, habían llegado a la ciudad cerca de 4,000 solicitantes de asilo.
“Espero que cumpla su promesa de recibir a todos los migrantes con los brazos abiertos para que nuestros pueblos fronterizos saturados y abrumados puedan tener un respiro”, afirmó Abbott.
Desde Texas han salido más de 6,200 migrantes con destino a la capital, mientras que Arizona ha despachado a otros 1,000 migrantes.
Tanto Adams como la alcaldesa de Washington, Muriel Bowser, afirmaron que sus ciudades han sido sobre pasadas debido a la afluencia de solicitantes de asilo y a que los sistemas de acogida están a su máxima capacidad.
Al respecto, los defensores de las personas sin hogar afirman que hay muchas razones por las que el sistema de acogida de la ciudad se ha saturado.
Estos factores incluyen la falta de vivienda asequible, el incremento de los desalojos y un tiempo de espera más largo para dejar los albergues y mudarse a apartamentos.
La red Catholic Charities de la arquidiócesis de Nueva York, que ofrece ayuda y servicios a migrantes recién llegados, aseveró que ha ayudado a más de mil personas procedentes de la frontera sur o tras un pequeño desvío a Washington.
Aunque algunos migrantes que llegaron desde Texas en el autobús rentado fueron enviados al sistema de acogida, Rodríguez y un amigo que viajó con él, Pablo Gutiérrez, conocían a alguien en Nueva York que pudo ofrecerles un lugar para quedarse.
“Tenemos un amigo que va a venir por nosotros aquí”, explicó Gutiérrez.
Rodríguez mencionó que había salido de su país el 10 de junio con 100 dólares en la bolsa.
Al igual que otros migrantes, Rodríguez y Gutiérrez comentaron que habían aceptado ir a NY porque el traslado hacia allá era gratis.
“Escuchamos que en Nueva York hay mucho trabajo”, comentó Gutiérrez, de 30 años, quien era cocinero en su país.
Un grupo de diez personas llegó al albergue del Bronx procedente de San Antonio, donde un grupo religioso les compró boletos para Nueva Jersey. Viajaron a Nueva York porque escucharon que podían encontrar trabajo.
Agencia,