El luchador brasileño y campeón mundial de jiu-jitsu, Leandro Lo, falleció a los 33 años tras recibir un disparo en la cabeza en un club de Sao Paulo presuntamente efectuado por un policía militar, que se entregó a las autoridades.
El ocho veces campeón mundial de artes marciales estaba en estado irreversible, con muerte cerebral, luego de recibir el domingo un disparo “a quemarropa” de parte de un policía con el que había discutido, contó bajo condición de anonimato un amigo de Lo y testigo al sitio G1.
El presunto autor del crimen, quien huyó del lugar donde ocurrieron los hechos, se presentó en una sede de la Policía Militar horas después y fue detenido de forma preventiva, confirmaron fuentes de la Policía Civil de Sao Paulo a G1.
Fátima Lo, madre del deportista, dijo que el policía conocía a su hijo. “Esa persona lo conocía, porque también practica jiu-jitsu (…) Fue ahí para eso (para matarlo), sin dudas, pero no sabemos por qué”, dijo a TV Globo.
Según el relato del allegado de Lo, la discusión se desencadenó luego de que el policía tomó una botella de la mesa donde estaba sentado junto a sus amigos, durante un show musical en un club deportivo y social de la metrópoli brasileña.
Después de una supuesta provocación, Lo inmovilizó al policía “para calmarlo” y cuando este se estaba yendo, se volteó y le disparó “a quemarropa”.
La Federación Internacional de Jiu-Jitsu Brasileño (IBJJF) lamentó en redes sociales el fallecimiento del luchador: “Fue uno de los mayores deportistas que ha producido nuestro deporte. Un ejemplo de atleta (…) un campeón dentro y fuera de los tatamis”.
Con raíces en el judo japonés, el jiu-jitsu brasileño se desarrolló en el país sudamericano a principios del siglo XX y es uno de los deportes de contacto completo más populares, ocupando un lugar destacado en las competiciones de artes marciales mixtas (MMA).
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