El huracán “Ian”, una de las tormentas más poderosas jamás registradas en Estados Unidos, devastó el suroeste de Florida, al convertir las calles en ríos, anegar inmuebles, dejar sin electricidad a más de 2 millones de clientes y afectar infraestructura.
El ciclón estaba apenas por debajo del estado de categoría 5, con vientos de 241 kilómetros por hora, cuando tocó tierra el miércoles pasadas las 14:00 horas cerca de Cayo Costa, una isla de barrera protegida justo al oeste de Fort Myers, densamente poblada. Por la noche, se degradó a categoría 2.
El viento, la lluvia y una marejada ciclónica de más de 3.5 metros sumergió autos, derribó paredes y techos de casas y dejó varados a residentes.
La oficina del alguacil costero en el condado de Collier informó anoche que no dejaba de recibir llamadas de personas atrapadas en sus hogares. Algunos, desesperados, publicaron en redes sociales para urgir rescate.
Vídeos difundidos mostraron las calles totalmente cubiertas de agua en Fort Myers. En otras grabaciones, se apreció cómo el agua irrumpió en casas, tras derribar puertas, e inundó el interior en pocos segundos.
Agencia.