¿Eres fan de Star Wars, estás al pendiente de La Mole, de alguna oferta en línea para adquirir una nueva consola o juguete de colección? Entonces no hay duda, perteneces a los ‘kidults’.
¿Los kidults? Sí, “personas identificadas entre 25 a 45 años con capacidad adquisitiva que les permite consumir aquellos objetos o realizar actividades que de niños realizaron o, en muchos otros, no pudieron realizar y que ahora tienen la posibilidad de llevarlas a cabo”, dijo, Felipe Gaytán, investigador y académico de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de la Universidad La Salle.
Los cómics, consolas de videojuegos, juguetes de colección y gadgets electrónicos son los principales artículos en donde los kidults desembolsan la mayor parte de su sueldo, gastando de mil a 10 mil pesos en un solo artículo.
¿Será un capricho?
El consumo de este sector podría parecer un capricho, pero “verlo de esa manera sería reducir un fenómeno social complejo a meras disposiciones individuales, que no tendrían conexión y en todo caso parecerían irracionales”, señaló Gaytán Alcalá.
El académico expuso que se tendría que analizar el fenómeno desde tres momentos:
El primero es que existe un énfasis social, sobre el tema de la sucesión generacional que inunda el imaginario social que crea distinciones ficticias entre Millennials, Centennials y Generación X.
Hoy los Millennials sienten que han envejecido frente a los más jóvenes (adolescentes y niños) y que han sido arrojados a la vida adulta ante la cual tienen que hacer frente a mil obligaciones como adultos.
Solo basta ver las redes digitales y los memes para dar cuenta que después de los veinte ya se sienten viejos y desplazados. Es entonces que los objetos y actividades que realizaban los hace sentir aún jóvenes y que, sin las limitaciones de la edad, pueden volver a disfrutar lo que para ellos fue su época lúdica, como si fuera de antaño pero en realidad no han pasado tantos años.
El segundo, es la evasión del mundo real y potenciar las pulsiones o deseos de niños que viven en mundo de fantasía.
Los kidults se han potenciado porque permite sobrellevar la carga de la vida adulta y las responsabilidades que ello implica. Problemas de familia, laborales, económicos, y la incertidumbre de un futuro personal y social.
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