En el escenario vemos una mesa de cocina, los actores van cortando y decorando frutas y verduras que serán los personajes. Su vestuario consiste en ropa deportiva, coderas, rodilleras y casco. De la cintura cuelga un cinturón con cuchillos. Estamos hablando de “Algo de un tal Shakespeare” con el dramaturgo, director y actor: Adrián Vázquez.
El juego escénico en el que las frutas y verduras son personajes en la obra, resulta muy divertido:
La segunda idea por la que atravesó la obra fue más allá del creativo, el de producción. En 2004 nos habló la Coordinación Nacional de Teatro a través de su programa para niños y jóvenes, para que hiciéramos un espectáculo con las características de la compañía, la idea de la guerra sobre una mesa de cocina les fascinó.
Teníamos claro que la obra debía servir para acercar a las nuevas generaciones al teatro y al autor. Que contaríamos 3 anécdotas sintetizadas, en comedia, y cada escena con un lenguaje escénico particular.
Para “Romeo y Julieta” usamos manejo de objetos, en “Macbeth” la metáfora escénica del fuego y en “Titus” la transfiguración corporal para darle vida a los personajes”.
Para montarla en teatro hubo que volver a ensayar, sobre todo para agilizar los dedos con las frutas y verduras. Adrián Vázquez nos cuenta como se mezcla el texto y la improvisación en escena:
Ha habido accidentes el 50% de las funciones, te cuento algunas. El día del estreno me volé parte de la yema del dedo y durante toda la función no hubo manera de parar el sangrado, aunque me puse una toalla, cuando empezaba la guerra de globos se regresaba. Sara Pinet se quebró un dedo en 3 partes, en la corretiza final. De las ochenta y tantas funciones que llevamos, creo que en la mitad me he azotado en el piso por resbalarme con el agua. La adrenalina que generamos nos hace continuar, los accidentes son mínimos”.
Excélsior