H. MATAMOROS, Tamaulipas.- Este miércoles 2 de marzo, con la imposición de ceniza, el ayuno y la abstinencia, inicia la Cuaresma en la Iglesia Católica.
“Es una gran oportunidad para reencontramos con Dios, con nosotros mismos y con los demás, lo que requiere que vayamos por el camino correcto. Y la Cuaresma es el tiempo para revisar si lo estamos haciendo”, expresó Monseñor Eugenio Andrés Lira Rugarcía Obispo de Matamoros.
La imposición de ceniza es un símbolo de penitencia antiguo, vinculado al sacrificio. En la iglesia primitiva, quienes se acercaban a recibir la penitencia para la celebración del triduo sacro, vestían un hábito y se ponían ceniza en la cabeza como expresión de su voluntad para convertirse.
En este sentido, la iglesia lo conserva como signo de la actitud del corazón penitente que cada bautizado está llamado a asumir en el itinerario cuaresmal.
Para este año, dijo el Obispo, “el Papa nos pide ofrecer por la paz en Ucrania, y que yo invito a ofrecer también por la paz en el mundo, en México y en nuestro Tamaulipas”.
Añadió que hacer un “photoshop” para aparentar que estamos donde en realidad no estamos, no resuelve nada. “Hay que entrar en nuestro interior, como pide Jesús, y encontrarnos con nosotros mismos y con Dios. Así, escuchándonos y escuchándolo a él, distinguiremos cómo está nuestro corazón”.
Debido a las restricciones por Covid, la Iglesia Católica ha determinado que podrá llevarse a cabo la santa Misa o la celebración de la Palabra de Dios y la imposición de la ceniza en todas las parroquias, rectorías y capillas, procurando que el aforo no exceda del 75%.
Todos deberán usar cubrebocas y recibir desinfectante con 70% de alcohol para higienizar sus manos al ingresar al templo y antes de recibir la Comunión.
Para la distribución de la ceniza, el celebrante dirá una sola vez en general: “Conviértanse y crean en el Evangelio” o “Recuerden que son polvo y al polvo volverán”, y sin decir nada, dejará caer la ceniza sobre la cabeza de cada fiel, sin contacto físico.
En los templos se colocarán sobres con ceniza previamente bendecida para que cada uno pueda imponérsela, siguiendo una breve guía con una reflexión colocada en un lugar visible, o llevarlos para imponerla en casa y a los enfermos.
Finalmente, el Obispo de Matamoros insistió que la Cuaresma es el tiempo para encontrarnos con Dios y escucharlo. El tiempo para encontrarnos con nosotros mismos y escuchamos. El tiempo para encontramos con los demás y escucharlos.
Por: Redacción