Los juicios de los 1.000 acusados se llevarán a cabo de forma pública en tribunales revolucionarios en la capital de Irán, anunció la oficina del Poder Judicial de Teherán.
“Se trata de individuos que han cometido actos de sabotaje durante los recientes disturbios y se enfrentan a cargos serios, como asalto y asesinato de efectivos de las fuerzas de seguridad o haber prendido fuego a propiedades públicas y privadas”, indicó la oficina.
Por su parte, el jefe del Poder judicial, Gholamhosein Mohseni Ejei, afirmó que los juicios se llevarán a cabo con “rapidez” y “precisión”, en especial los de aquellos que han tratado de subvertir el sistema islámico.
“Aquellos que trataron de subvertir el régimen y dependen de extranjeros serán castigados de acuerdo a las leyes”, dijo Ejei en un discurso, lo que podría suponer cargos de colaboración con Gobiernos foráneos y conllevar la pena de muerte.
Los juicios, de hecho, comenzaron el sábado, día de inicio de la semana iraní, con el proceso contra seis hombres acusados de delitos que pueden conllevar la pena de muerte, anunció entonces la agencia de noticias Mizan, del Poder Judicial.
Al menos 1.019 personas han sido acusadas en ocho de las 31 provincias del país por su participación en las protestas que sacuden el país desde el 16 de septiembre, pero el número podría ser mucho mayor dado que cada región ha ido anunciando sus casos.
Irán vive protestas desde la muerte el 16 de septiembre de Amini, tras ser detenida tres días antes por la “policía de la moral” por llevar mal puesto el velo islámico, unas movilizaciones protagonizadas por jóvenes en las que se pide el fin de la República Islámica.
Agencia