Este miércoles el presidente Donald Trump confirmó que Japón comenzará negociaciones arancelarias con Estados Unidos en Washington con el objetivo de alcanzar un acuerdo comercial personalizado.
La noticia fue publicada por el propio mandatario en su cuenta de Truht Social donde afirmó: “Japón hoy viene a negociar aranceles, el costo del apoyo militar y ‘Justicia Comercial’”.
Trump adelantó que asistirá a la reunión acompañado de los secretarios del Tesoro y Comercio, con la esperanza de alcanzar un acuerdo que calificó como “beneficioso (¡Genial!)” para ambos países.
Estas negociaciones arrancan en un contexto en el que más de 75 países han expresado interés en dialogar con la Casa Blanca luego del anuncio de una pausa de 90 días en los aranceles recíprocos, según informa el New York Post.
Antes del periodo de pausa anunciado por la administración del presidente Trump, Japón enfrentaba aranceles del 24% en sus exportaciones hacia Estados Unidos. Aunque parte de esos gravámenes se suspendieron, aún se mantiene un arancel universal del 10% y uno específico del 25% sobre automóviles, un rubro estratégico para la economía nipona.
Pese a la presión, el primer ministro japonés, Shigueru Ishiba, aclaró el lunes que su país no planea hacer concesiones importantes: “No nos apresuraremos a llegar a un acuerdo”, dijo. Sin embargo, descartó por el momento aplicar medidas de represalia.
Aunque el contenido exacto de la reunión no se ha revelado, se anticipa que la agenda aborde:
- Eliminación o reducción de aranceles a productos japoneses
- Costos compartidos por el alojamiento de tropas estadounidenses en Japón
- Cooperación en proyectos energéticos
- Tipos de cambio y su impacto comercial
Scott Bessent, secretario del Tesoro, formará parte de las pláticas junto al principal negociador japonés Ryosei Akazawa. Según Bessent, “Hay una ventaja de ser el primero en actuar”, en referencia al interés de otros países por alcanzar acuerdos similares.
Expertos como EJ Antoni, economista de la Heritage Foundation se mostraron optimistas:
“Estoy seguro de que Japón y Estados Unidos podrán llegar a un buen acuerdo que beneficie a ambas naciones y abra más mercados de consumo”. Añadió que también se espera que el tratado refuerce la alianza frente al ascenso económico de China.
En contraste, Kurt Tong, exfuncionario del Departamento y actual socio gerente de The Asia Group, advirtió que Japón podría estar negociando desde una posición desfavorable: “Estados Unidos a formado una enorme cantidad de influencia para sí mismo de manera unilateral. Desde la perspectiva japonesa esto parece coerción económica”.
Japón es el primer país que se sienta a negociar bajo los nuevos términos propuestos por Trump, en lo que podría ser un modelo para futuros pactos comerciales bilaterales. El desarrollo de estas conversaciones también podría redefinir las relaciones comerciales de Washington con Asia y marcar un nuevo equilibrio frente a China.