ÁFRICA.- África necesita de forma “urgente” al menos 20 millones de dosis de la vacuna desarrollada por la firma AstraZeneca y la Universidad de Oxford contra el coronavirus, de tal forma que se pueda completar la pauta de vacunación en el plazo previsto para quienes ya han recibido una primera inyección, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La agencia recomienda un intervalo de entre ocho y doce semanas entre las dos dosis, por lo que confía en que puedan llegar a tiempo nuevos lotes a los países que ya han comenzado a aplicar la pauta de AstraZeneca y ahora pueden quedarse a medio camino por falta de suministro.
La directora de la OMS para África, Matshidiso Moeti, ha advertido en un comunicado de que “una pausa en la campaña de vacunación implicará que se pierdan vidas y esperanzas”, por lo que ha llamado a actuar ya.
La semana pasada, Moeti ya alertó de que el bloqueo de las exportaciones desde India y la falta de fondos lastra la inmunización en el continente más pobre del planeta.
Hasta la fecha, solo se han administrado en toda África 28 millones de dosis, lo que representa menos del 2 por ciento de la población del continente. La OMS estima que se necesitan otros 200 millones si se quiere al menos alcanzar el umbral del 10 por ciento en septiembre.
”Es demasiado pronto para decir si África está en la cima de la tercera ola (de contagios). Sin embargo, los casos aumentan y el tiempo pasa, por lo que pedimos urgentemente a los países que ya han vacunado a sus grupos de riesgo que aceleren el reparto de vacuna para proteger a los más vulnerables”, ha instado la responsable de la OMS.
Francia se ha comprometido a compartir medio millón de dosis con países Africanos en las próximas semanas –ha enviado 31.000 ya a Mauritania y prevé entregar otras 74.400 de forma inminente-. El nivel general, la UE se ha comprometido a entregar este año al menos 100 millones a países en desarrollo, mientras que Estados Unidos ha ofrecido otros 80 millones.
A medio plazo, la OMS también confía en que África sea capaz de garantizarse su propio suministro, para lo cual plantea la moratoria sobre patentes como un “primer paso crucial” que debería ir acompañado de una mayor formación y más tecnología, aspectos ambos clave de cara a una posible fabricación.
Agencias