El líder de una coalición de bandas criminales en Haití, Jimmy Chérizier, alias “Barbecue”, anunció que sus hombres se retirarían de ciertas áreas de Puerto Príncipe para permitir que los desplazados volvieran a sus casas. Tras el anuncio, cientos de personas emprendieron el camino de regreso, solo para encontrar sus hogares saqueados, incendiados y vandalizados.
Uno de los residentes, llamado Claude, expresó su desilusión al ver su casa sin puertas ni ventanas y sin techo. A pesar de los daños, muchos prefieren quedarse en sus barrios, incluso con las casas destruidas, en lugar de volver a los campamentos de desplazados, donde las condiciones de vida son precarias y carecen de servicios básicos.
La situación de desplazados en Haití es grave: más de un millón de personas han tenido que huir de sus hogares debido a la violencia, y miles han muerto o resultado heridas solo en los últimos meses. Se especula que las bandas están permitiendo este regreso para usar a los civiles como “escudos humanos” ante la intensificación de las operaciones policiales, que cuentan con el apoyo de una misión multinacional liderada por Kenia.
Agencias.