Ciudad de México.- Las y los profesores de los Centros de Atención para Estudiantes con Discapacidad (CAED) comenzaron el año con falta de pagos.
Profesoras consultadas por Excélsior relataron que mil 500 docentes especializados en certificar en educación media superior a personas con discapacidades motriz, visual, intelectual, auditiva y sicosocial, están por cumplir tres meses sin pagos.
Anaís Paredes Síncel, asesora de Ciencias Sociales y Humanidades, de Los Mochis Sinaloa, informó que la falta de pagos que se ha acentuado durante la pandemia del covid-19, derivó en la renuncia de profesores y la rotación de éstos.
Para la sicóloga, la rotación de docentes representa una problemática en la enseñanza de los alumnos, al tener que ser capacitados constantemente los nuevos profesores.
Paredes destacó que desde la creación de los CAED en 2008, han sido discriminados al no considerarlos profesionistas en la educación de personas con autismo, debilidad visual, sordos, y personas con discapacidades motrices, entre otros.
“Sí hemos sido discriminados por la actual y las anteriores administraciones, porque para poder trabajar en CAED se nos piden certificaciones. Una licenciatura y aquí nos imparten varios cursos dirigidos a nuestro trabajo para atender discapacidades con lengua de señas, aprendemos sistema braille.
“Las personas de CAED están calificadas para impartir las clases y saber cómo trabajar con los alumnos, porque con cada discapacidad se trabaja de una manera distinta”, señaló.
La maestra explicó que la SEP no los reconoce como docentes, sino como asesores. Son contratados por honorarios, lo que significa que no reciben prestaciones ni seguro médico y perciben irregularmente sus salarios mínimos mensuales, con lo que, además, tienen que pagar a un contador para declarar impuestos.
“Los pagos brillan por su ausencia, estamos a mediados del mes de febrero y estamos con la incertidumbre de que nos paguen.
“El pago por asesoría debe ser mensual, pero los pagos se realizan trimestral e incluso hemos estado seis meses sin pago. Nunca hemos dejado de trabajar, pedimos prestado para seguir transportándonos para cubrir necesidades”, explicó.
Falta adaptar programa para débiles visuales
Gloria es una profesora con debilidad visual y de ella dependen sus padres adultos mayores. Pese a la inconstancia de pagos, ella asegura que su vocación es la educación. Por temor a represalias, la docente pidió ocultar su identidad.
La profesora explicó que en su escuela hay 90 alumnos y aunque se le brindan los materiales educativos “las cuentas no se pagan solas” y muchas veces se ha tenido que endeudar para continuar enseñando.
A la falta de pago, se suma la falta de actualización en el software Jaws, un programa lector de pantalla para ciegos o personas con visión reducida, que se usa desde hace 13 años.
“Es una discriminación hacia los maestros, porque nunca hemos dejado de dar clases a los alumnos, siempre estamos ahí”, acusó.
Ambas docentes agregaron a la problemática que la certificación de educación media superior para los alumnos con capacidades diferentes es la misma que los alumnos que viven sin discapacidad. Esto no ayuda a que los alumnos puedan aprobar sus exámenes.
“El examen no está adaptado a su discapacidad, es el mismo examen que presentan los alumnos de prepa abierta sin discapacidad. Eso es algo que a los alumnos los limita mucho y los frustra mucho”, manifestaron
Agencia Reforma