Agencias

ESTADOS UNIDOS.- Sandeep Dhaliwal alcanzó a ser un policía convertido en símbolo de la integración de los uniformados en un país que todavía está desintegrado.

Desde el pasado viernes, después de caer mortalmente tiroteado en acto de servicio en un control de tráfico en Houston (Texas), no han cesado las muestras de homenaje y respeto hacia el que fuera ayudante del sheriff en el condado de Harris, descrito por la historia como un pionero.

Hace diez años que Dhaliwal, que ahora ya había cumplido los 42, ingresó en ese cuerpo de policía. Entonces ya apareció en las noticias por ser el primer sij que lograba ser ayudante de sheriff. En su distrito, que forma parte de la región del golfo de México, reside una comunidad de unos 10.000 ciudadanos que comparten esta fe originaría de Punjab, en la zona norte de India.

Su contratación en el 2009 se vio como un paso adelante en la mejora de las relaciones con los sij. Sin embargo, hubo que esperar al 2015 para que el gran desafío de Sandeep Dhaliwal lograra titulares aún con más relumbrón. Su imagen recorrió Estados Unidos y el mundo.

Tras una larga lucha contra los prejuicios burocráticos, consiguió una exención en las normas de uniformidad y se le permitió patrullar con el turbante y una densa barba en honor a profesar la creencia sij.

En un punto cerca de Houston, en los primeros minutos del pasado viernes, sufrió lo que un cargo oficial calificó como una emboscada. Recibió dos disparos de bala por la espalda cuando iba a su coche patrulla.

Dhaliwal había dado el alto a un vehículo en un control rutinario de tráfico y nada indicaba que fuera a suceder algo raro o fuera de lo normal, explicó en rueda de prensa el mayor Mike Lee, portavoz de la oficina del sheriff de Harris.

A partir de la grabación realizada por la cámara del coche patrulla, el agente habló durante un par de minutos con el conductor. “Simplemente parece una conversación”, afirmó Lee. “No hubo discusión ni enfrentamiento, nada diferente a una cosa más que habitual”, reiteró.

El conductor permaneció frente al volante mientras el policía emprendió el regresó a su vehículo. En menos de cinco segundos, la puerta del lado del conductor se abrió y éste, pistola en mano, corrió hacia el uniformado y le disparó en la cabeza.

Una vecina que se encontraba en su hogar escuchó un par de detonaciones y vio cómo el pistolero huía del lugar. Llamó al 911 de emergencias y las fuerzas de seguridad irrumpieron en la escena.

Los agentes se hicieron con una fotografía del presunto autor gracias a la grabación. Dieron con él escondido en un establecimiento, a escasamente medio kilómetro de donde falleció Dhaliwal.

Lo identificaron como Robert Solis, de 47 años, y le imputaron un asesinato con alevosía. “Solis tenía una orden de búsqueda a causa de la violación de la libertad condicional por asalto agravado con arma de fuego”, señaló el sheriff Ed Gonzales en un tuit.