CIUDAD DE MÉXICO.- Gal Gadot no necesita ser atada con el Lazo de la Verdad para admitirlo: durante el rodaje de Mujer Maravilla 1984 no se sintió tan maravillosa como luce en la película.
En videoentrevista asegura que jamás sufrió tanto su labor como actriz que en esta aventura cinematográfica de la heroína de DC.
Se le recuerda que para Mujer Maravilla (2017), que hizo 821 millones de dólares en taquilla, ella estaba embarazada cuando se puso la falda y la diadema de la princesa amazona. Pero ella se mantiene.
“Mujer Maravilla 1984 es la película más dura que he rodado jamás”, insiste.
No es que en el largometraje, que llega el miércoles a cines mexicanos, haya más acción que el primero, ubicado en la Primera Guerra Mundial.
Inserto en los coloridos años 80, en medio de la Guerra Fría, éste cuenta con la misma dosis de adrenalina, además del encanto del Hollywood de esa época.
La culpable, dice la intérprete israelí con una sonrisa, fue Patty Jenkins, su directora y amiga.
“Se dio cuenta de que quería tener efectos digitales al mínimo posible, lo que significó que nosotros, el cast, teníamos que hacer casi todo. Cuando era extremadamente difícil, los dobles se encargaban.
“Fue mucho trabajo, mucho ensayo, mucha preparación, muchos trabajos con cables. Fue… demasiado”, se anima a decir.
Artistas del Cirque Du Soleil le enseñaron a moverse más grácilmente en escenas con cables. Porque en este filme, el Lazo de la Verdad se explota al máximo, y las peleas lucen más femeninas, sin perder un ápice de potencia.
El culmen de la fatiga para Gadot llegó al utilizar una armadura dorada, con forma de águila. Los amantes de las historietas la recordarán de un número de “Kingdom Come”, de 1996.
Con ella, Diana puede no sólo volar, sino resistir ataques brutales.
“Claro que puesta se ve genial. Diría que fabulosa, pero es incómoda. Era muy difícil moverme con ella”, recuerda entre risas.
Contra sus deseos
En Mujer Maravilla 1984, cuya historia transcurre en lugares como Washington y El Cairo, la defensora de la Tierra se enfrentará a tres rivales que la pondrán tras las cuerdas.
Por un lado, un empresario loco, quien roba una piedra mágica (Maxwell Lord, encarnado por Pedro Pascal), además de su némesis más icónica de los cómics (Cheeta, interpretada por Kristen Wiig).
Sus propios sentimientos serán, también, sus enemigos. Desde que se reveló ante la humanidad a inicios del siglo 20 ha pasado décadas sola, añorando a su viejo amor, el piloto de guerra Steve Trevor (Chris Pine).
Esa presencia volverá a su vida, pero con un costo que está dispuesta a pagar: sus poderes comenzarán a menguar. Los malos están más cerca de ganar.
“Creo que es muy importante mostrar las imperfecciones de Diana, sus fallas, su vulnerabilidad. Son los únicos momentos en que el público se puede relacionar con ella. De otra manera es una diosa, una supermujer, una aspiración”, medita Gadot, de 35 años.
Más de Diana
En 2021 el mundo verá más de Mujer Maravilla. El director Zack Snyder sacará, en HBO Max y en formato de miniserie, su versión de Liga de la Justicia (2017), el malogrado filme de los héroes de DC.
De tono más oscuro y adulto, mostrará un acercamiento distinto al personaje, creado por William Moulton Marston y HG Peter. A Gadot le emociona que convivan distintas aproximaciones.
“Me alegra mucho que Zack tenga la oportunidad de mostrar su propia versión de la película, su propio corte. Ya quiero verla”, comentó la estrella.
¿Una historia mexicana?
No ha sido anunciada de manera oficial, pero en el medio del cine parece secreto a voces: habrá una tercera película de Mujer Maravilla. ¿Hacia dónde llevará a la heroína?
A la actriz se le propone México. No por nada, en Mujer Maravilla 1984 se menciona la cultura maya y sus creencias. A Gal se le iluminan los ojos.
“México sería maravilloso”, admite, “he visitado muchas veces México. De hecho, allí hicimos la premier de Batman v Superman (2016). Los fans son cálidos, amables, adorables. Quiero agradecerles todo el amor y el apoyo”.