CIUDAD DE MÉXICO.- El 27 de marzo de 2011, el tapatío Sergio Pérez debutaba en la Fórmula Uno, 10 años después y en el mejor momento de su carrera, no pudo celebrar a lo grande.
Durante la clasificación del Gran Premio de Bahréin, su primera carrera como piloto oficial de Red Bull, el mexicano marcó 1’30″659 utilizando gomas medias, por lo que no libró el corte de la Q2 y largará desde la posición 11 en la carrera de mañana.
“No fue la calificación esperada, no hice la vuelta que quería. Creo que de haber funcionado (la estrategia de neumáticos amarillos) nos daba una buena ventaja para la primera parte de la carrera al tener ese neumático. Hoy no lo conseguimos y eso es un poco decepcionante.
“Tuvimos muchos problemas con el tráfico y estuve fuera de posición, y así sucesivamente, pero son cosas que tenemos que ir resolviendo. Ha sido un fin de semana difícil. Bahréin es un circuito muy complicado porque solo tienes una vuelta y después ya no tienes llantas, el viento te cambia, hay que ser pacientes y aprender de mañana”, sentenció Pérez al término de la jornada.
En este inicio de temporada de la Fórmula Uno, Checo Pérez ha batallado con su auto, aún no logra adaptarse completamente, por lo que los buenos resultados podrían tardar un poco más.
“Cada kilómetro que hago en el auto me ayuda mucho a entenderlo mejor. El coche tiene un estilo de manejo muy peculiar y una ventana de trabajo muy pequeña que tengo que aprender. Cada vuelta que doy lo entiendo mejor”, dijo.
Si bien es cierto que Checo Pérez está acostumbrado a remontar posiciones y que ahora cuenta con un auto más completo y un equipo muy rápido en pits, delante tiene a los dos Mercedes, a Alpha Tauri, a McLaren y a Ferrari, escuderías que no bajarán la guardia.
Agencia Reforma