Los esfuerzos para desarrollar la nueva generación de vacunas contra el Covid están pasando por obstáculos burocráticos e incertidumbres regulatorias, aseguran científicos, lo cual podría hacer que sea más difícil frenar la propagación del coronavirus y el proteger a Estados Unidos en contra de futuras pandemias.
La administración Biden, después de meses de retraso, ya solucionó por lo menos la falta de financiamiento, por lo que rápidamente está emitiendo los primeros subsidios importantes de un programa de 5 billones de dólares para acelerar una nueva generación de inoculaciones más potentes y durables.
Aunque el programa está enfrentando la cruda realidad de que el desarrollo de la vacuna, después de haber tenido un ritmo veloz al inicio de la pandemia, regrese al ritmo habitual más lento.
Los experimentos sobre una prometedora vacuna nasal autorizada a la Universidad Yale se han frenado, ya que los investigadores han tratado durante casi un año de obtener vacunas antiguas de Pfizer-BioNTech y Moderna para utilizarlas en sus estudios.
El acuerdo original de compra de vacunas del gobierno federal impide que esas dosis sean utilizadas para propósitos de investigación sin la aprobación de las empresas, a pesar de que decenas de millones de vacunas no utilizadas fueron desperdiciadas en los últimos meses.
En Pennsylvania, una empresa que está desarrollando una vacuna inhalada vinculada a una que se usa ampliamente en India, dijeron que trataron en vano de saber si era elegible para obtener financiamiento del gobierno estadounidense.
La vacuna, dijo la empresa, no ha pasado por las suficientes pruebas para calificar y obtener el nuevo financiamiento de Estados Unidos.
En los laboratorios académicos y empresas nuevas de todo el país, los fabricantes de vacunas no saben si los ensayos clínicos que financia la administración Biden serán grandes y lo suficientemente sofisticados para ser aprobados por los reguladores que siguen planeando qué datos van a requerir para otorgar la autorización.
Algunos funcionarios de la administración Biden esperan que la tecnología de la nueva vacuna esté preparada para el otoño del 2024, muchos científicos consideran que las dosis estarán disponibles por lo menos en varios años más.
Agencias.