Austin, Tx.- Más de un año después de enfermar de Covid-19, Rebeka Logan sigue sufriendo una fuerte confusión, dolor y cansancio que le impiden hacer su trabajo de enfermera o gestionar tareas cotidianas del hogar. El Covid duradero le ha hecho dudar de su valía como madre y esposa.
“¿Es esto permanente? ¿Es la nueva norma?”, preguntó la mujer de 41 años de Austin, cuyos tres hijos y su esposo también tienen indicios del problema. “Quiero recuperar mi vida”, exclamó. Según algunas estimaciones, más de un tercio de los sobrevivientes de Covid-19 desarrollarán esos efectos prolongados en el tiempo.
Ahora que la variante ómicron del virus se extiende por el mundo, los científicos se apresuran a identificar la causa del mal y encontrar tratamientos antes de una posible explosión de los casos de Covid persistente. ¿Podría ser un trastorno autoinmune? Eso ayudaría a explicar porqué el Covid persistente afecta de forma desproporcionada a las mujeres, que son más propensas que los hombres a desarrollar enfermedades autoinmunes. ¿Podrían ser los microcoágulos los responsables de síntomas como pérdidas de memoria o dedos de los pies descoloridos?
Eso tendría sentido, ya que el Covid-19 puede incluir coagulación anormal de la sangre. Mientras estas y otras teorías se ponen a prueba, llegan nuevas pruebas de que la vacunación reduce las oportunidades de desarrollar Covid persistente.
Es demasiado pronto para saber si las personas infectadas con la contagiosa variante ómicron desarrollarán ese misterioso mosaico de síntomas, a menudo diagnosticado muchas semanas después de la enfermedad inicial.
Pero algunos expertos creen que es probable que haya una ola de Covid persistente por llegar, y señalan que los médicos deben estar preparados. Aunque no hay una lista cerrada de síntomas que definan este mal, los más habituales son fatiga, problemas de memoria y razonamiento, pérdida de gusto y olfato, insuficiencia respiratoria, insomnio, ansiedad y depresión.
Los Institutos Nacionales de Salud han dedicado mil millones de dólares del Congreso a financiar una larga serie de investigaciones sobre el mal. Y van apareciendo clínicas dedicadas a estudiarlo y tratarlo en todo el mundo, afiliadas a centros como la Universidad de Stanford en California y el University College de Londres. Buscan explicación – Unas pocas teorías están ganando fuerza. Una es que la infección o restos del virus persisten después de la enfermedad inicial, desencadenando una inflamación que provoca el Covid persistente.
– Otra es que virus latentes en el cuerpo, como el de Epstein-Barr que provoca la mononucleosis, se ven reactivados.
Un estudio reciente en la revista Cell señaló a la presencia de Epstein-Barr en la sangre como uno de cuatro posibles factores de riesgo, como una diabetes preexistente de Tipo 2 y niveles de ARN de coronavirus y algunos anticuerpos en la sangre.
– Una tercera teoría es que se desarrollan respuestas autoinmunes tras un cuadro grave de Covid-19. –
En una respuesta inmune normal, las infecciones virales activan anticuerpos que combaten a las proteínas del virus invasor. pero a veces los anticuerpos se descontrolan y atacan por error a células normales.
El Mañana