Pelea industria europea por gas natural escaso

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PARÍS.- Las industrias europeas de uso intensivo de energía están compitiendo por ser las primeras en usar el escaso gas natural del continente, presionando a las autoridades europeas para acceder a los suministros al tiempo que Rusia recorta las entregas, según informó The Wall Street Journal.

Los productores de fertilizantes están diciendo a los funcionarios de toda Europa que su producto es necesario para asegurar el suministro de alimentos, y que necesitan gas tanto como materia prima como fuente de energía. Los fabricantes de productos químicos dicen que no pueden cerrar una planta sin incurrir en costos enormes. Los productores de aluminio señalan que incluso un breve corte de energía corre el riesgo de destruir sus equipos.

Tras la invasión de Ucrania por parte de Moscú, Europa prometió desvincularse del gas ruso. Pero depende tanto de la fuente de energía que desacoplarse por completo llevaría años. Mientras tanto, Rusia se ha mantenido como uno de los principales proveedores de gas de Europa.

Sin embargo, Rusia comenzó a enviar menos gas del esperado a Europa a través de un gasoducto clave el mes pasado. Moscú afirmó que la reducción fue un problema técnico. Los líderes europeos han acusado a Vladimir Putin, el presidente de Rusia, de utilizar el acceso al gas como arma.

Mientras menos gas obtenga Europa de Rusia ahora, cuando la demanda es más débil, más difícil será llenar las reservas antes de los picos de demanda en el invierno. Ahorita no hay escasez de gas, pero a los funcionarios les preocupa que si Rusia continúa restringiendo sus ventas o interrumpiéndolas, podría surgir una escasez cuando haga más frío y los consumidores recurran al gas para calentar sus hogares.

Si eso sucede, Europa aún tiene que idear un plan sobre cómo compartir los suministros limitados. Las autoridades han dicho que los hogares, hospitales, escuelas y algunos otros usuarios tendrían acceso prioritario al gas. Están sopesando cómo distribuir el resto a los fabricantes en función de varios criterios, como qué tan difícil sería reiniciar las fábricas que se vieran obligadas a cerrar y si se pueden adaptar empleando otros combustibles.

“Putin continuará usando la energía como arma”, afirmó el miércoles Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea. “Necesitamos asegurarnos de que, en caso de un cese total, el gas fluya hacia donde más se necesita”.

Se espera que la Comisión, el brazo ejecutivo de la Unión Europea, publique una guía a fines de este mes para los 27 Estados miembros del bloque sobre cómo racionar los escasos suministros. Sumándose a la incertidumbre: muchas de las economías más grandes de Europa no han concluido acuerdos entre sí sobre cómo compartir el gas si hay que racionarlo. Las regulaciones de la UE requieren que los Estados miembros suministren “gas solidario” si otro Estado miembro lo solicita y no tiene otra opción para calentar hogares o alimentar la red. Se supone que los acuerdos establecen los términos para el suministro del gas.

Sólo se han firmado seis acuerdos bilaterales, dice la comisión: Alemania con Dinamarca y Austria; Letonia con Lituania y Estonia; Italia y Eslovenia; y Finlandia y Estonia. Eso significa que los países donde grandes cantidades de gas no ruso ingresan al continente -incluyendo Francia, los Países Bajos, España y Bélgica- no han concluido ningún acuerdo para compartir gas.

“Esto no es suficiente”, declaró Kadri Simson, comisionada de Energía de la UE. “Desde el inicio de la invasión rusa de Ucrania, sabíamos que era posible un trastorno muy grave, y ahora parece probable”.

En vista de la cantidad de gas que ahora está almacenada en Europa, un cese total del gas ruso probablemente resultaría en reducciones del 10% al 20% en el consumo total de gas de la UE, estimó Simone Tagliapietra, experto en energía en el grupo de expertos Bruegel, en Bruselas. El año pasado, Rusia suministró el 40% del suministro total de gas del bloque.

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Algunos gobiernos ya están poniendo en marcha sus propios planes de emergencia. Alemania pasó el mes pasado al segundo de un plan de tres niveles para lidiar con trastornos en el suministro de gas, ya que el Gobierno dijo que quemaría más carbón y establecería incentivos financieros para que las empresas usen menos gas. Si el Gobierno pasa a la tercera etapa del plan, podría comenzar a racionar los suministros para la industria. Pero Alemania no ha especificado qué industrias enfrentarían primero los recortes de gas.

Algunos clientes industriales obtienen tarifas más bajas a cambio de tener contratos que se consideran interrumpibles, señaló Tagliapietra. Dijo que esos podrían ser algunos de los primeros clientes en experimentar reducciones de gas, a menos que se les considere estratégicos.

El mes pasado, la comisión realizó una videoconferencia para cabilderos de las principales industrias de gran consumo de energía del bloque para que presentaran su caso. Ser de los primeros en tener acceso al gas marcaría la diferencia entre sobrevivir a la crisis o verse obligado a cesar operaciones.

La industria del acero ya estaba en sus límites en términos de eficiencia, y cualquier reducción adicional a su suministro de gas resultaría en una menor producción, afirmó Axel Eggert, director general de Eurofer, el grupo comercial de la industria del acero en Bruselas.

“Es muy sencillo: sin gas natural no se puede producir acero”, aseveró Eggert más tarde. Aún así, dijo que si restringir el gas puede ayudar a detener la guerra, “los elaboradores de políticas tienen que tomar esa decisión”.

Algunas industrias indicaron que cierres forzados podrían causar daños irreparables a las fábricas que requieren temperaturas constantemente altas para operar.

Los hornos que fabrican vidrio requieren que las temperaturas se mantengan por encima de los mil grados centígrados durante toda su vida útil de 10 a 20 años, destacó la asociación de la industria Glass Alliance Europe.

“Las instalaciones de fundición de vidrio no pueden detenerse sin daños graves y perdurables a los activos industriales y exponer la seguridad de los trabajadores”, mencionó la asociación en un documento publicado en su sitio en internet.

Las fundiciones de aluminio enfrentan un problema similar. Si las fuentes de alimentación se ven trastocadas durante más de una hora, el metal líquido puede solidificarse en las filas de crisoles de fundición de aluminio. Reemplazarlas es costoso y puede llevar meses reiniciar la producción, dijo European Aluminium, la asociación de la industria. Indicó que algunas fundiciones que en el pasado han tenido que reemplazar múltiples filas de crisoles de producción nunca han vuelto a abrir.

“Un desabasto abrupto en el suministro de gas detendría nuestros procesos de producción y conduciría a la destrucción irreparable de equipos industriales”, señaló un portavoz de la asociación de la industria.

Agencia Reforma

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