Hubo fallos “innegables” en la seguridad del exprimer ministro japonés Shinzo Abe, asesinado a tiros el viernes en un mitin, admitió este sábado el jefe de la policía de la prefectura de Nara (oeste), donde ocurrieron los hechos.
“Creo que es innegable que había problemas con las medidas de escolta y de seguridad para el exprimer ministro Abe”, declaró a la prensa Tomoaki Onizuka.
El jefe policial prometió “analizar totalmente los problemas y tomar las medidas apropiadas”.
El ataque contra el político más conocido del país, de 67 años, tuvo lugar en un mitin al aire libre para las elecciones senatoriales del domingo, en la región occidental de Nara.
La seguridad en las campañas electorales suele ser relativamente laxa en Japón, país con estrictas leyes sobre la tenencia de armas de fuego y con escaso nivel de violencia.
“Es un asunto urgente para nosotros llevar a cabo una investigación para aclarar lo ocurrido”, agregó el jefe policial, sin más precisiones.
Las elecciones para la cámara alta del Parlamento se celebrarán el domingo como estaba previsto.
Está previsto que el lunes se celebre una vigilia nocturna en recuerdo de Abe, cuyo funeral tendrá lugar el martes, con la asistencia de amigos cercanos, según medios de comunicación.
La prensa nipona informó, citando fuentes policiales, de que el sospechoso, Tetsuya Yamagami, había dicho a la policía que creía que Abe estaba vinculado a un grupo religioso al que culpaba de haber arruinado económicamente a su madre y de haber roto la familia.
Agencia.