La policía canadiense se lanzó el viernes a despejar calles de Ottawa bloqueadas por manifestantes y la sede del Parlamento fue cerrada por las protestas contra las restricciones sesiones sanitarias que llevan casi tres semanas.
La policía, que se desplegó masivamente en las calles de la capital federal, comenzó el viernes pasadas las 8H00 horas locales a realizar detenciones, constataron periodistas de la AFP.
En algunas arterias también fueron remolcados los primeros vehículos pero, a media mañana, la policía aún no actuaba en la avenida principal, que bordea el Parlamento.
La Policía reiteró en su cuenta de Twitter la exhortación a los manifestantes: “Deben irse. Debe cesar toda actividad ilegal e inmediatamente deben retirar sus vehículos y/o propiedades de todos los sitios de protesta ilegal. Cualquiera que se encuentre en el lugar de una protesta ilegal puede ser arrestado”.
En ese sentido, la Policía les pidió a los manifestantes que permanecieran “en paz”.
El día anterior, por primera vez, se había desplegado masivamente fuerzas de seguridad en el centro de la ciudad y levantado un perímetro de seguridad, colocando un centenar de retenes para controlar el acceso a la zona.
Por la noche, se arrestó a dos líderes del movimiento, que comparecerán ante tribunales el viernes.
Tamara Lich, que está detrás del llamado “Convoy de la libertad”, está acusada de haber incitado “a delinquir”.
En cuanto a Christopher Barber, está acusado del mismo delito, así como de haber incitado a desobedecer una orden judicial y entorpecer la labor de la Policía.
Algunos manifestantes habían jurado antes de la intervención policial que aguantarían hasta el final.
Instalado desde el primer día de protestas, Csaba Vizis, aseguró estar listo para “volver a casa glorioso como el César o en una bolsa para cadáveres”. “No tengo nada que perder, esto lo gano o me muero”, aseguró el camionero de 50 años.
Inicialmente minimizado por las autoridades, el movimiento de protesta canadiense comenzó a fines de enero a partir de camioneros que protestaban contra la obligación de vacunarse para cruzar la frontera con Estados Unidos.
Pero las demandas se extendieron luego al rechazo de todas las medidas sanitarias e incluso al gobierno de Justin Trudeau. Este último dijo el jueves que el movimiento había dejado de ser “pacífico”.
Manténgase alejado
Por primera vez desde el inicio de la protesta, que se desarrolla bajo sus propias ventanas, el Parlamento federal permaneció cerrado el viernes.
Agencias